Las passivhaus (o casas pasivas) son las viviendas más eficientes a nivel energético del mundo, por lo que logran grandes ahorros en el consumo energético reduciendo en todo lo posible el impacto climático de nuestras viviendas. Aparte, son casas que garantizan el máximo confort en su interior y ofrecen muchísimas más ventajas respecto a las viviendas convencionales. Nos lo cuentan dos expertos: Ander Echevarria, director técnico comercial de 100x100biopasiva (www.100x100biopasiva.com), con la central situada en la población madrileña de Guadalix de la Sierra y Stefano Carlo Ascione, arquitecto especialista en sostenibilidad de Arquima (www.arquima.net), empresa con estudio ubicado en la localidad barcelonesa de Sant Andreu de la Barca.
¿Qué define a una vivienda ‘passivhaus’?
Stefano explica que “una vivienda certificada passivhaus es un tipo de edificación diseñada para ahorrar hasta un 90% en las demandas de calefacción y refrigeración comparado con una vivienda convencional. La poca demanda suplementaria que requieren estas casas pasivas convierte estas edificaciones en construcciones con un coste energético muy bajo para el propietario y con una huella reducida, para el bienestar del planeta”.
Ander aclara un punto importante, y es que “solamente es una casa pasiva si está certificada, si no lo está la vivienda estará construida con criterios passivhaus, lo que no es lo mismo”.
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Guía breve de los criterios ‘passivhaus’
Para obtener la certificación passivhaus se deben cumplir los seis criterios que te exigen en España y que pasa a detallarnos Ander:
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La arquitectura bioclimática, es decir, diseñar y orientar la vivienda en la parcela para captar el sol en invierno lo más posible y protegernos de él en verano.
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Aislamiento térmico.
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Ventanas según el estándar passivhaus.
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Instalación de un sistema de ventilación con recuperador de calor, al tratarse de viviendas muy herméticas es imprescindible porque hará que la calidad del aire interior sea buena y que no se generen humedades.
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Estanqueidad y hermeticidad al aire.
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No puede tener puentes térmicos, hay que eliminarlos todos.
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Mayores avances que cuando surgieron
En 1990 se certificó en Alemania la primera passivhaus. Han pasado más de 30 años y, como comenta Stefano: “pese a que las normas de diseño pasivo sean las mismas desde hace décadas, las capacidades técnicas de los materiales contemporáneos junto con la modernización de los sistemas activos de climatización, permiten que sea más fácil cumplir con los estándares actuales más estrictos. Se trata de aunar el buen hacer arquitectónico con las nuevas instalaciones térmicas que requieren menos energía para su funcionamiento”.
Esta vivienda en Foixà, Girona, es una passivhaus construida por Arquima.
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Principales virtudes de las casas pasivas
Actualmente, el sector de la edificación en general (no solo de viviendas) le corresponde un preocupante 40% de las emisiones de CO2 en la atmósfera. Stefano cuenta que, “si sumamos las fases de construcción, uso y demolición, el porcentaje sube a más del 50% mundial. De estas emisiones más del 60% es imputable a la fase de consumo, es decir, al gasto energético derivado de climatizar el interior de la vivienda. Con una passivhaus atacamos directamente a la fase de consumo, reduciendo el gasto energético, la huella ambiental y la facturas a final de mes. Además, tendremos un interior con una temperatura y humedad constantes a lo largo del año, logrando una vivienda saludable y confortable”.
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Ahorro energético y… ¡en facturas!
Vamos a destacar punto por punto las mayores ventajas de las passivhaus. “Respecto a una vivienda convencional las facturas energéticas de media se reducen entre un 80 y un 90%. La horquilla dependerá de si se trata de una vivienda unifamiliar o bien un piso, así como las demandas de los usuarios de la vivienda en calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria (ACS)”, afirma Ander.
En la imagen, una vivienda de 200 metros² ideada por Zink Arquitectura y construida por 100x100biopasiva, que fue la primera passivhaus certificada de la región de Murcia.
Beneficios medioambientales
La arquitectura es ecológica y sostenible. Desde 100x100biopasiva afirman: “una casa que no consume es una casa que no contamina. Si no tienes una fuente de energía basada en combustibles fósiles, como el gas o el gasoil, porque no necesitas esa calefacción o aire acondicionado porque está muy bien aislada, pues no contaminas. Por tanto, reduces mucho las emisiones. No obstante, no llega a ser al 0% porque siempre se necesita algo de calefacción o de refrigeración”.
Por su parte, desde Arquima añaden que “un edificio passivhaus genera pasivamente una cantidad igual o mayor de energía que la necesaria para el consumo, ofreciendo así un gran ahorro de energía en las facturas de los usuarios. Por ello, su balance energético cero ofrece ventajas económicas y ecológicas para una gran variedad de climas y tipologías de edificios, siendo el futuro de la construcción sostenible”.
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Confort térmico y acústico
Una passivhaus está bien insonorizada y apenas requerirá climatización, logrando una excelente sensación de confort térmico en su interior. Stefano cuenta los motivos: “el hecho de tener una envolvente estanca, bien aislada y con un buen diseño pasivo nos garantiza una temperatura constante durante los 12 meses del año. No hay filtraciones de aire ni existen puentes térmicos relevantes. Además, el confort acústico está garantizado gracias al uso de carpinterías de altas prestaciones con triple vidrio".
Las ventanas de la imagen son de la firma Rehau, quien cuenta con dos sistemas de ventanas certificados por el Passivhaus Institut: Synego PHZ y Geneo PHZ.
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Calidad del aire
Desde Arquima explican que “con la ventilación mecánica controlada con recuperador de calor, el aire del exterior entra atemperado gracias al aire ya climatizado del interior que se renueva. De forma que el intercambio energético entre el exterior y el interior se realiza de forma eficiente. Esto permite, además, garantizar unas condiciones higrotérmicas ideales. El aire renovado pasa por unos filtros específico que eliminan ácaros y polen".
100x100biopasiva destacan, asimismo, que en las passivhaus se respira todo el día aire de altísima calidad. Y aportan un dato: “en la vivienda está en 450-500 partículas por millón (ppm). Y 400 ppm ya se considera aire puro. Cuando hemos realizado mediciones en viviendas convencionales, algunas estaban en 2.000 ppm y nos hemos encontrado con colegios que, por ejemplo, llegaban a las 4.000 y hasta 5.000 ppm”.
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¿Qué hay del coste?
Para construir una passivhaus hay que prever un mayor presupuesto, aunque las ventajas en la salud, el confort y el beneficio para el medio ambiente lo suplen, aparte que la amortización por el ahorro en las facturas de energía se hará en un plazo de tiempo relativamente corto.
Stefano revela que "el incremento de coste que puede suponer una passivhaus es relativo al arco temporal con el que lo analicemos. Por ejemplo, la diferencia entre construir una vivienda pasiva unifamiliar frente a una construcción estándar podría alcanzar un valor del 5-8 %. Dicho incremento se debe principalmente al mayor esmero en el cuidado de la envolvente (diseño, mejora de láminas de estanqueidad, encintado para carpinterías de altas prestaciones) y por el coste de las instalaciones propias de una vivienda certificada. Ahora bien, gracias al ahorro que supone a nivel energético esa diferencia es amortizada en pocos años. Además, un edificio certificado con el estándar passivhaus tiene una revalorización estimada de un 20%. Por ello, pensando en la vida útil que tiene el edificio, se puede afirmar que una casa passivhaus es más económica que una convencional”.
Ander, por su parte, señala que el 1 de enero de 2021 entró en vigor la directiva europea 2010/31/UE que dice que toda construcción que se haga tiene que ser de consumo casi nulo (CECN). En ese caso se necesita una calificación energética A de Código Técnico y la diferencia de precios no será tan alto (aunque depende del sistema constructivo). Diría que se situaría entre un 4 y un 6 %. El plazo de amortización estimado se produciría en 6 o 7 años”.
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Casa de consumo casi nulo o ‘passivhaus’, ¿cuál es mejor?
Todavía existe una gran confusión entre los edificios ECCN (edificios consumo casi nulo) y las passivhaus, así que desde Arquima aclaran la cuestión y explican: “aunque compartan objetivos comunes, siguen sin ser lo mismo. El estándar passivhaus es el estándar energético más exigente del mundo en la actualidad y el término ECCN fue acuñado por la Unión Europea, que a través de la normativa EPBD de eficiencia energética, pretende disminuir drásticamente el consumo de energía en edificios. Así pues, mientras que un edificio de consumo casi nulo alcanza entre un 60 y un 70% de ahorro respecto a otro convencional; en una passivhaus puede llegar a suponer hasta un 90% de ahorro, al ser un estándar mucho más estricto”.
En el mismo sentido, desde 100x100biopasiva ofrecen un dato objetivo: “las demandas energéticas de un ECCN (edificios consumo casi nulo) sería una calificación A y 23 kWh/m² año, en la passivhaus se rebaja a 15 kWh/m² año. Con lo cual la segunda va a consumir menos y, en consecuencia, es mejor”. Y, al igual que la otra empresa recalcan que ahora mismo el estándar más exigente de eficiencia energética que hay en el mundo, por encima del CasaClima italiano, el Minergie suizo…
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Vivienda construida y transformada en ‘passivhaus’
La passivhaus tiene su equivalente para rehabilitación que es la certificación EnerPHit. El objetivo de esta certificación es, nuevamente, lograr la mayor reducción de demanda energética posible.
Stefano detalla que “EnerPHit posee un carácter más flexible que el certificado passivhaus, al tener en cuenta las dificultades que entraña el proceso de rehabilitación de un edificio existente, pero mantiene muchos de sus principios”.
Por su parte, Ander explica que “a la hora de reformar, es más sencillo hacerlo en una unifamiliar o una apareada, en la que puedes aislar por el exterior, cosa que no es posible hacer en el piso de un edificio. ¿Cómo hay que actuar básicamente? Pones un SATE por el exterior, cambias las ventanas, introduces el sistema de ventilación mencionado con anterioridad e instalas una fuente de energía renovable, como es la aerotermia, y ya tienes tu passivhaus”.
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