La ducha se ha convertido en uno de los elementos destacados del cuarto de baño, por delante de la bañera. Es revitalizante, dinámica y más práctica para el día a día, por lo que conviene elegir materiales y elementos de calidad, que resulten prácticos y duraderos.

Eso se extiende a los platos de ducha. Te contamos cuáles son las características esenciales de cada tipo para que puedas elegir y acertar.

Platos de obra, ¿sí o no?

Hace un tiempo los platos de ducha de obra eran la opción más decorativa y moderna, por delante de los platos prefabricados que solían ser de cerámica. Los platos construidos de obra comparten el mismo tipo de suelo del baño consiguiendo un efecto continuo muy decorativo. Sin embargo, también tienen ciertos inconvenientes que debes tener en cuenta.

Para empezar, si no se impermeabilizan correctamente pueden presentar grietas o humedades. Al ser a medida, resultan más caros y la instalación es más compleja. Por último, en caso de producirse una avería, puedes tener el problema de no encontrar materiales idénticos para colocar tras la reparación.

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Por qué apostar por platos prefabricados

Con los platos de ducha prefabricados, sean del material que sean, evitas los problemas de los de obra. Tienen, frente a estos, una serie de ventajas que los convierten en la mejor opción:

- Se instalan más rápidamente y de manera más sencilla, con el ahorro de tiempo, esfuerzo y también dinero que ello supone.

- Presentan un menor riesgo de humedades y filtraciones.

- Tienes diferentes materiales para elegir.

- Se abre ante ti todo un mundo de posibilidades estéticas en cuanto a diseño, color y acabado.

- La gama de precios es amplísima. Te resultará fácil encontrar un plato de ducha adecuado a tus necesidades.

- Tendrás menos problemas en caso de avería. Puedes retirar el plato y volverlo a instalar después.

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Una gran variedad para elegir

Es uno de los alicientes para elegir un plato de ducha prefabricado: la amplia variedad de modelos, medidas y colores que tienes a tu disposición. No tendrás ningún problema para encontrar el plato que necesitas, del tamaño adecuado y en el color que mejor le va al resto de la decoración de tu cuarto de baño.

Aunque el material más demandado es la resina, también pueden ser de porcelana o acrílicos.

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La fiabilidad de la tradición

Resistentes y con muchas prestaciones. Así son los platos de ducha cerámicos, los de siempre. Resultan sólidos y duraderos, aunque puede que hayan perdido vigencia frente a los nuevos materiales. Los platos de cerámica tienen bastante grosor y una apariencia robusta.

Otra opción son los platos de ducha acrílicos, similares en apariencia a los cerámicos, aunque mucho más ligeros. También son bastante económicos.

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De piedra natural

La belleza del mármol y de otras piedras naturales se refleja en este tipo de platos de ducha, que decoran por sí mismos cualquier cuarto de baño. Poseen las prestaciones y las características especiales de este material y, como se suelen fabricar a medida, se adaptan perfectamente a cualquier hueco.

Tienes diferentes opciones para elegir la que mejor combine con el resto de los elementos de tu cuarto de baño: mármol blanco o negro, travertino, piedra caliza, pizarra, etc. Además, son antideslizantes (cuentan con la categoría C3, la más alta).

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De resina, los más demandados

Son los preferidos hoy día: los platos de ducha de resinas y cargas minerales. Y no es de extrañar, puesto que están disponibles en un sinfín de colores, tamaños y acabados. De hecho, en cuanto a diseño, son los que ofrecen mayor variedad.

Puedes elegirlos extraplanos, de solo 3 cm de grosor, por lo que quedan totalmente a ras de suelo, y son capaces de adaptarse a cualquier hueco, ya que se pueden cortar con facilidad.

Un consejo: elige platos de resina teñidos en masa. Es decir, que tengan el mismo color en todo su grosor, y no solo en la capa superficial. De este modo, si se desconcha por un impacto, no se verá blanco y el deterioro pasará desapercibido.

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Las prestaciones más novedosas

Uno de los alicientes que presentan los platos de resina son las prestaciones que ofrecen, además de las ya mencionadas.

- Son antideslizantes, lo que es importante para evitar accidentes, en especial si tienes en casa niños o personas mayores. Conviene elegir platos de categoría C3.

- Antibacterianos: además de ser más seguros, se mantienen limpios más tiempo ya que las bacterias y los microorganismos no se adhieren a la superficie.

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A prueba de impactos

Los platos de ducha fabricados con resina y cargas minerales suelen llevar una capa final de acabado que se conoce con el nombre de gel coat. Se trata de un revestimiento de gran resistencia que se solía utilizar para reforzar el casco de los barcos.

Hoy ha evolucionado a un uso diferente y se aplica en los platos de ducha para protegerlos de golpes y arañazos. De esta forma, resultan mucho más duraderos.

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Variedad infinita

Si estás buscando un plato de ducha más allá del blanco liso de siempre, hoy lo tienes fácil, ya que los platos de resina están disponibles en un amplio repertorio de diseños, colores y acabados para elegir.

Además de un panorama cromático amplísimo, puedes optar por platos que imitan otros materiales como la pizarra, el mármol o la madera. También hacen gala de diversas texturas, más o menos rugosas.

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