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Si hay una actividad a la que no podemos renunciar, ni por pandemias globales ni por ningún otro motivo, es al ejercicio. La gimnasia, o cualquier otro deporte adecuado a nuestra edad, a nuestra salud y condición física, es fundamental para vivir sanos y felices.

Por eso, cuando las cosas se ponen difíciles, es interesante la idea de establecer nuestro centro de operaciones deportivas en nuestra propia casa. Así no tendrás excusa para no hacer ejercicio.

 

Practica deporte siempre, ¡muévete!

El mundo está viviendo una época convulsa debido al coronavirus y, con él, nuestra sociedad y la vida a la que estábamos acostumbrados. Hemos cambiado nuestra forma de trabajar, hemos aprendido a estudiar a distancia y nos comunicamos por vídeollamada. La vida continúa y sigue su ritmo desde casa.

Y en cuanto a la práctica del ejercicio físico se refiere, no hay razón para abandonar, ya estemos confinados o en cuarentena. La solución pasa por montar un pequeño gimnasio en tu hogar para continuar con tu actividad sin renunciar a nada.

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En una habitación que no uses

Si tienes la suerte de contar con una habitación auxiliar en casa, un espacio multiusos que no necesitas de forma inminente, puedes convertirla en un pequeño gimnasio en el que ponerte en plena forma.

Conviene que tenga luz natural y que el espacio sea lo suficientemente amplio y diáfano para que puedas moverte con comodidad. Puedes añadir algún sistema de almacenaje para guardar tus accesorios deportivos, como un armario o una estantería.

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Un minigimnasio en tu salón

Busca un pequeño rincón para establecer tu zona de actividad física en la estancia más importante de la casa y déjalo de forma permanente. Así esta faceta estará muy presente en tu rutina diaria y no tendrás que modificar el espacio cada vez que quieras hacer ejercicio.

Una buena idea para separarlo visualmente de la zona de estar es colocar un panel o biombo que delimite cada espacio. Una estantería, con o sin fondo, también puede hacer las veces de elemento divisorio.

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Espacio flexible

¿Tu casa es demasiado pequeña y no puedes establecer un gimnasio de forma permanente en el salón? Entonces necesitas soluciones para montarlo cada vez que quieras hacer ejercicio, y para recogerlo todo después sin problemas.

Para ello conviene que tus muebles sean ligeros y fáciles de mover para que puedas despejar la zona rápidamente.

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Elementos para tu rutina de ejercicio

Tanto si dispones de un espacio concreto para montar tu gimnasio como si lo vas a establecer en el salón, necesitarás ciertos materiales para la práctica de tus ejercicios. No son demasiados ni difíciles de conseguir.

Si cuentas con espacio suficiente puedes hacerte con una máquina para realizar ejercicio de cardio: una bicicleta estática, a ser posible de spinning o una cinta de correr. Recuerda proteger el suelo con una alfombrilla antes de instalar la máquina que elijas.

También tendrás que buscar una esterilla, unas pesas y mancuernas, bandas elásticas para hacer ejercicios de tonificación muscular, una comba para saltar y una pelota de fitball: es cierto que ocupa bastante espacio, pero te vendrá de maravilla para fortalecer los abdominales.

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Todo en orden

Tener un lugar para guardar todos tus enseres es fundamental si quieres conservar el orden. No importa si es un armario, una estantería o un rincón de la pared que después puedes ocultar detrás de una cortina, por ejemplo.

El caso es que todo quede recogido después del ejercicio para que no te invada el caos y abandones la idea de contar con tu espacio deportivo en casa.

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Soluciones funcionales

Unas barras de cortina (o unos soportes) instaladas en la pared pueden proporcionarte la solución que necesitas para colgar todas las cosas que utilizas al prácticar ejercicio: las cuerdas, las gomas, las mancuernas, una toalla, etc. Así lo tienes todo a mano y bien organizado.

Si lo prefieres, puedes guardarlo todo en cajas para tenerlo a mano y bien localizado. Elígelas de fieltro (como la de la imagen, que es de Ikea) o de plástico transparente.

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Un espejo en la pared

Instalar en el espacio que dedicas a gimnasio un espejo de tamaño XXL es una gran idea. Te servirá para practicar los ejercicios delante de él y te ayudará a mejorar la técnica, y a descubrir qué necesitas mejorar. Además, te motivará para seguir practicando.

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La tecnología te ayuda

Una cosa que has de tener en cuenta cuando vayas a instalar tu gimnasio doméstico es que el espacio cuente con una buena conexión wifi. Tanto si te estás iniciando en la práctica deportiva como si ya eres experta, seguramente necesites recurrir a las explicaciones online de tu entrenador, ver un tutorial para aprender algún ejercicio o, simplemente, escuchar tu playlist más motivadora.

Hazte también con un soporte adecuado en el que colocar tu portátil, la tablet o el smartphone mientras entrenas.

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