1/14

Dicen que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer. Algo similar a lo que ocurre con estos hoteles exclusivos, que esconden la impronta de cuatro reconocidos creadores: Patricia Urquiola, Jean Nouvel, Patrick Rockwell y Ralph Lauren. Cuatro establecimientos sofisticados, especiales y únicos, donde el estilo de cada uno de ellos se vislumbra no solo en la decoración sino también en el propio ambiente. Nos vamos de gira ‘deco’ alrededor del mundo, de la mano de cuatro ‘top’ del diseño y la arquitectura.

2/14 © Oasia Hotel Downtown

1. Oasia Hotel Downtown (Singapur): Patricia Urquiola

El estudio de arquitectura Woha y Patricia Urquiola, una de diseñadoras españolas con más fama dentro y fuera de nuestras fronteras, han sumado fuerzas para crear un hotel sorprendente y fascinante, donde la arquitectura y la naturaleza se fusionan, logrando no solo un espectáculo de gran belleza estética sino también de gran eficiencia energética y clara conciencia ‘eco’. Este impresionante jardín en vertical de 190 metros de altura, cuenta con 21 especies de plantas trepadoras, que con el paso del tiempo lo cubrirán de rojo o verde, según la estación del año.

3/14 © Oasia Hotel Downtown

En el Oasia Hotel Downtown (oasiahotels.com) el exterior tiene tanta importancia como el interior. Por eso, cuenta con cuatro grandes espacios al aire libre, donde los huéspedes pueden disfrutar tanto de las zonas verdes como de las piscinas, logrando respirar (y sentir) la naturaleza en un rascacielos. Patricia Urquiola, creadora del diseño tanto de dentro como de fuera, ha impreso su particular estilo a cada rincón. Así, por ejemplo, cada piscina es distinta, adaptándose a la planta o al entorno donde se ubique.

4/14 © Oasia Hotel Downtown

Las habitaciones del Oasia Hotel Downtown son reflejo de la elegancia serena y contemporánea de la 'top' Patricia Urquiola. Una decoración actual y con toques orientales, donde la madera en muebles y revestimientos y la alfombra bajo la cama ponen las notas más cálidas. 

5/14 © Oasia Hotel Downtown

En contraste con un paisaje urbano de hormigón, este verdadero vergel, hecho a imagen y semejanza de la ciudad más próspera de Asia, supone todo un símbolo de modernidad y eficiencia energética, pero también de sabiduría y respeto por los pequeños placeres: como pasear por entre sus jardines, darse un chapuzón en sus magníficas piscinas... Los muebles de exterior tienen también la huella española, ya que pertenecen a diferentes colecciones de Kettal

6/14 © Gran Hotel Inglés

2. Gran Hotel Inglés (Madrid): David Rockwell

El interiorista y escenógrafo David Rockwell se mueve como pez en el agua entre restaurantes, tiendas, festivales y hoteles, el Edition de Nueva York, The Ritz-Carlton en Boston o los W de París y Singapur son obra suya. Su experiencia y genio creativo se han puesto de nuevo de manifiesto en el Gran Hotel Inglés (Echegary, 8). Epicentro de tertulias literarias, revueltas políticas y de las fiestas más glamurosas de finales del siglo XIX y principios del XX, hoy abre sus puertas de la mano del grupo Hidden Away Hotels, dispuesto a integrarse en el barrio de Las Letras y devolverle el carácter cosmopolita y vanguardista de sus años dorados.

7/14 © Gran Hotel Inglés

Confort y sofisticación se dan la mano en el proyecto de interiorismo del Gran Hotel Inglés, obra del estudio norteamericano Rockwell Group, en el que se ha tratado de recuperar la estética de los años 20 (el periodo de máximo esplendor del establecimiento), a través de un mobiliario de corte clásico con molduras hechas a mano y evidentes guiños al Art Decó, que se actualiza con muebles y objetos diseñados en exclusiva, con las últimas tecnologías y con las pinturas e ilustraciones originales del artista mallorquín Alfie. Un estilo ecléctico, lleno de encanto, donde la iluminación contribuye a hacer más cálidas y confortables las estancias.

8/14 © Gran Hotel Inglés

En pleno barrio de Las Letras y construido en 1853, el Gran Hotel Inglés (granhotelingles.com) tuvo entre sus huéspedes a celebridades y personalidades de la época, como Carlos Gardel, Clarín, Valle-Inclán, Virginia Wolf, Henri Matisse o Eduardo Dato. Hoy, cuenta con 48 habitaciones equipadas con todo lujo de detalles (desde sábanas de 500 hilos de algodón egipcio, colchones de máximo confort o carta de almohadas) y seis suites, entre las que destaca la Meller, bautizada así en honor a la cupletista de ‘La violetera’, Raquel Meller, que pasó una 'noche loca' en el antiguo hotel. Sin olvidar, su spa de autor Egoïste, abierto al público y dirigido por el reconocido Manuel de la Zarza, su restaurante o su coctelería.

9/14 © The Rooms of Rome

3. The Rooms of Rome (Roma): Jean Nouvel

Creados por Jean Nouvel y gestionados por Kike Sarasola, estos 24 apartamentos ofrecen una experiencia única para visitar la Ciudad Eterna y dejarse llevar por su alma y su historia. Situados en rhinoceros, un palacio histórico de la Fondazione Alda Fendi, ofrecen una experiencia única de arte y arquitectura, en la que los deseos y las ideas no tienen límites. Perfectamente equipados, cada uno cuenta con su propio diseño y reciben el nombre de la palabra pensamiento en 24 idiomas diferentes: pensiero, pensé…

10/14 © The Rooms of Rome

El genial arquitecto Jean Nouvel imaginó los apartamentos como un lugar completamente innovador, diseñándolos no como lugares habitables, en el sentido tradicional, sino como espacios abiertos, cajas de acero que reproducen ambientes y servicios, como cocinas, baños o armarios, creados para el edificio rhinoceros. Distribuidos en cuatro plantas, cada uno de los The Rooms of Rome (theroomsofrome.com) cuenta con una vista única de los monumentos del Forum Boarium, como el Arco de Jano o el Templo de Vesta.

11/14 © The Rooms of Rome

Los 24 apartamentos de The Rooms of Rome reflejan el paso del tiempo, la historia romana, la modernidad y una construcción sin fin. Para completar esta experiencia única, cuenta con servicios adaptados a los sueños y deseos de cada uno, que no solo hacen la estancia más fácil sino también más personal y exclusiva. Como broche perfecto, el restaurante Caviar Kaspia Roma, ubicado en los pisos quinto y sexto del ‘palazzo’. No hay duda: estamos ante el auténtico lujo romano. 

12/14 © Oceania Cruises

4. Owner’s Suites de Oceania Cruises: Ralph Lauren

Levamos anclas y nos sumergimos en una atmósfera llena de lujo y sofisticación, ya que el toque Ralph Lauren, que acaba de cumplir 79 años, se materializará en las Owner’s Suites, una selección de habitaciones que estarán en dos de los buques (Marina y Riviera) de la línea de cruceros Oceania Cruises. Diseñadas por Trevor R. Howells, reflejan la pasión del diseñador americano por la navegación, el ‘glamour’ de Hollywood y la belleza clásica: “Los muebles, la iluminación, las telas y accesorios de Ralph Lauren Home, junto con la selección de arte, han sido cuidadosamente seleccionados para resaltar la mezcla de lujo moderno y el estilo atemporal que siempre ha representado a la legendaria marca estadounidense”, señala el interiorista, que fue alumno de Ralph Lauren.

13/14 © Oceania Cruises

Con la paleta cromática característica de Ralph Lauren, las suites apuestan por los tonos azul marino, el blanco, el crema y el camel, colores tan favorecedores como fáciles de combinar. Los tejidos y las tapicerías son una mezcla de lisos y diseños a rayas, con destellos en metal, plata y oro. Perfectamente orquestadas, los detalles son tan importantes como las piezas principales. Así, los cojines de exterior a rayas rojas, blancas y azules recuerdan y traen a bordo la bandera estadounidense.

14/14 © Oceania Cruises

El ‘casual’ más elegante se apropia de cada rincón, mostrando el lujo sin artificios del diseñador, capaz de vestir a todas las primeras damas (también a Melania Trump). Un impresionante vestíbulo con suelo de piedra caliza, paredes de madera y una barra de bar de cuarcita y caoba son la antesala a una habitación de 185 metros cuadrados, con una gran sala de estar, cama 'king size', dos vestidores y spa con hidromasaje exterior e interior. Para estrenarlas, tendrás que esperar a abril de 2019. Ya se sabe que lo bueno, se hace esperar.

Más sobre: