1. Bajo la ventana
Se trata de una de las zonas menos aprovechadas, aunque con más posibilidades de la casa, ya que, incluso, si hay instalados radiadores en ella, puede dar mucho juego decorativo y funcional. Aquí, en la parte superior se ha colocado una repisa dorada que ocupa todo el ancho de las ventanas, en la que se pueden poner tanto libros como adornos, mientras que en la inferior se ha dejado hueco para una estantería baja. Sofá Mariposa y sillón Repos de Vitra (vitra.com).
2. Un rincón del dormitorio
Si sus metros no te permiten montar un rincón de lectura en el dormitorio, una buena idea es realizar un mueble a medida. Puedes, como en este caso hacerlo a media altura y colocar baldas o realizarlo de suelo a techo. Si prefieres esta segunda opción, procura pintarlo de un color claro o dejar algún módulo abierto, para que no resulte tan pesado visualmente. La cama es de Bonaldo (bonaldo.it).
3. Zona de escritorio entre tabiques
Este hueco suele ser territorio de nadie, ya que es difícil buscarle una utilidad. Sin embargo, esta propuesta de El Corte Inglés (elcorteingles.es) es perfecta para crear una práctica zona de oficina en el salón. Para que no ocupe más de lo necesario, elige un escritorio como el de la imagen, cuya puerta superior permite recoger todo en un segundo, ocultando tanto los papeles como el desorden, e integrándose a la vez en la atmósfera. A la hora de elegir la silla, puedes usar una del comedor o apostar por una butaca.
4. Un banco bajo la ventana
No suele prestarse la atención que merece y, normalmente, se pasa de largo en cuanto a decoración se refiere. Sin embargo, tiene mucho que ofrecer. Una buena idea es colocar un banco, que te permita ganar asientos extras siempre que lo necesites. Esta propuesta va mucho más allá, ya que hace un sofá a medida (basta una estructura de madera o palets y un almohadón XL) con espacio debajo para guardar. Además, al sustituir el respaldo por cojines, permite que se cuele sin impedimentos la luz natural. De House Doctor, en R de Room (rderoom.es).
5. Un armario con truco
Para crear una zona de asientos, sin perder capacidad para guardar, The Hall Studio (thehallstudio.com) diseñó una pieza mixta, que combina lo mejor de ambos, aprovechando al máximo el espacio. De pared a pared, por un lado, complementa la zona de almacenaje de la cocina, mientras que por otro, habilita un rincón para sentarse, muy práctico para hacer vida social, mientras se prepara la cena.
6. Una leñera en el salón
Sé creativa y no dudes nunca de las extraordinarias posibilidades que ofrecen las esquinas y los rincones ‘muertos’. Esta solución nos permite almacenar la leña, al lado de la chimenea o la estufa, de manera más limpia y sin restar metros útiles al espacio. Sin olvidar, que los troncos resultan decorativos y cálidos, incluso cuando no arden. Las telas y las alfombras son de Laura Ashley (lauraashley.es).
7. Zonas de paso con ‘swing’
No des ni un centímetro por perdido y busca sacar el máximo partido a cada rincón, incluso cuando se trate de pasillos y recibidores. Vístelos como se merecen y potencia sus cualidades (luz natural, altura, ancho…). Esta propuesta de Vitra es todo un ejemplo de zona de paso. Por un lado, el recibidor cuenta con un práctico banco, para descalzarte al llegar a casa, y un paragüero para los días de lluvia; mientras que por otro, el hueco bajo la escalera alberga un armario y se ha dado vida al pasillo con la silla de diseño Wire Chair y el reloj de George Nelson.
8. Un recibidor completo
Tanto si se trata de un espacio independiente como si está anexionado al salón, los recibidores son la mejor bienvenida a una casa. Por eso, no deben ser desangelados ni fríos, sino cálidos y muy prácticos. Para ello, usa muebles todoterreno, que te ayuden a tener sitio para los abrigos, los zapatos o el bolso, manteniendo todo recogido y a mano. Las piezas con balda inferior son muy útiles como zapateros, por ejemplo, mientras que los percheros son un básico de esta estancia. Propuesta de Oak Furnitureland (oakfurnitureland.co.uk).
9. Librerías gemelas a medida
Los libros suelen dar muchos quebraderos de cabeza en una casa, ya que ocupan metros y son ‘pesados’ visualmente. Esta solución de la interiorista Inés Benavides (inesbenavides.com) permite aprovechar al máximo las paredes, ofreciendo gran capacidad, pero sin recargar la estancia. “Siempre intento dar a los libros un sitio destacado, integrador, que aporten al espacio un toque mucho más hogareño y acogedor, sin que le resten protagonismo al resto de la decoración, pero que sea a la vez el reflejo de los dueños de la casa”, argumenta la diseñadora. El mueble bajo la ventana es otro plus del ambiente.
10. Un baño bien distribuido
Si el techo de tu cuarto de baño está inclinado, debes ser ingeniosa para no restar funcionalidad y sacar el máximo partido al espacio. Así, instala en la zona más alta la ducha, para que puedas asearte sin tener que encorvarte, y coloca los sanitarios en la baja, ya que no precisas tanta altura. Además, dada su planta estrecha, el lavabo mini Architec de Duravit (duravit.es) es perfecto.
11. Almacenar en vertical
Aprovecha bien la pared, sacando todo el partido a la altura de tus techos. Puedes colocar estanterías o baldas para tus libros, ya que apenas restan metros, no recargan el ambiente y ofrecen capacidad extra. O, como en esta propuesta de Ikea (ikea.com), poner simplemente ganchos y colgar las sillas de la cocina que no necesitas a diario o las bicicletas, por ejemplo, despejando, así, el ambiente de cosas y objetos.
12. Un armario en el pasillo
Son los ‘patitos feos’ de los proyectos de interiorismo y, sin embargo, pueden dar muchas alegrías y hacer crecer los metros, casi sin darte cuenta. Así, si se trata de uno ancho, coloca armarios, como aquí, o librerías a ambos lados; mientras que en los estrechos o de 'tipo tubo', lo mejor es recurrir a baldas y ganchos, que dejan libre el paso, pero brindan un valioso espacio para guardar. Pavimento de madera Reserve Mareggiata de Listone Giordano (listonegiordano.com).
13. La estrella eres tú
Está claro: si no puedes vencer al enemigo, únete a él. “Los pasillos son espacios de transición, lugares de paso, en los que apenas si se repara. La promesa o las expectativas siempre están en ese otro lugar en el que desembocan estos corredores. Por esa razón, me planteé diseñar y decorarlo para que reclamase para sí la atención y poder demorarnos para llegar a las estancias subsiguientes”, explica la interiorista Soledad Ordóñez sobre su proyecto en Casa Decor 2018.