No sabemos si se trata del placer de leer por leer, por cumplir el objetivo de ‘goodreads’ o por adoptar la moda de la lectura performativa (‘performative reading’) al igual que llevas un bolso, pero lo cierto es que en España cada año se editan más de 90.000 libros y, según el informe de hábitos de lectura del Ministerio de Cultura de 2024, por primera vez el porcentaje de población lectora supera el 65%.
Con esta popularidad innegable, la librería se convierte en un mueble codiciado de la casa y el salón recupera su carácter de estar-biblioteca, creando un espacio versátil a medio camino entre un rincón de lectura y una zona de relax. Personalizada, relajada y, a la vez, cuidadosamente diseñada, para una imagen que se integre en la estética actual.
De estilo clásico o más contemporáneo, austero o colorido, minimalista o recargado, se adapta al mundo de sus habitantes y a su forma de vivir dentro de este espacio híbrido. Lo más alejada de la televisión, si es posible, invita a ocupar el tiempo de otra manera y a redescubrir hábitos de ocio de un ritmo más lento. Busca inspiración en estas 12 propuestas.
En salones pequeños o en espacios únicos, que albergan salón, comedor y cocina, necesitas una librería funcional, que permita distintas composiciones y ofrezca soluciones para integrar la televisión, una mesa...
El sistema FNP de Moormann es perfecto en estas situaciones, muy fácil de montar, se adapta al espacio disponible, incluso a buhardillas o puertas de paso, y puede llegar hasta el techo. En esta propuesta, se han creado dos rincones de lectura, uno junto a la chimenea y otro en la propia librería y se ha dejado hueco para la tele. El detalle de la escalera evoca a las grandes librerías.
Si tienes muchos libros, el fenómeno 'bookshelf wealth' es tendencia este año, o tu casa es pequeña, necesitas una estantería con capacidad, que no pierda centímetros, con una estructura ligera y mejor si no cuenta con trasera.
La icónica Hipóstila de BD Barcelona es perfecta para crear un rincón de lecturamoderno y práctico. Un modelo minimalista y modular, diseñado en 1979 por Oscar Tusquets y Lluís Clotet, que, a pesar de su ligereza, es capaz de soportar un gran peso sin curvarse. Al no llevar trasera es más liviana visualmente.
En salones grandes es posible crear una biblioteca 'independiente'. Se trata de crear un rincón de lectura que funcione con autonomía dentro del ambiente común, pero que quede perfectamente integrado, como ocurre en esta propuesta de ERA Architects.
Aquí, se ha optado por dos librerías a ambos lados de la puerta de salida al jardín y por un sillón cómodo junto a la ventana. El atril es otra buena idea para copiar.
Una manera de dar su propio espacio a un estar-biblioteca es usando una pieza o mueble como 'elemento divisorio'.
En esta propuesta de Luzio Studio, el piano es el encargado de dar entidad y fuerza al rincón de lectura. Se ha optado por doslibrerías, en lugar de una sola, lo que otorga mayor dinamismo al conjunto, sin romper su estilo clásico.
En las viviendas actuales, la biblioteca se reinventa, adaptándose, tanto al espacio disponible como a las nuevas formas de vida. Así, en el salón comedor o en espacios únicos, puede ubicarse en las diferentes zonas, sin perder su razón de ser.
Aquí, se ha colocado junto a la mesa de comedor (con lámpara de Nedgis) y se ha elegido un diseño a media altura. Una solución dos en uno, que ofrece capacidad de almacenaje y una práctica superficie superior, para dejar platos, adornos o un espejo, como en este caso.
La clave del estar-biblioteca actual consiste en adaptarse a los nuevos tiempos, aportando una solución a la medida de las necesidades. Por eso, si no cuentas con una habitación para teletrabajar, es frecuente incorporar un despacho en casa en el salón. De forma que se sustituye la típica butaca por una cómoda silla de oficina (esta de los Eames, en Vitra) y la mesa auxiliar por un estiloso escritorio (de Ronan Bouroullec, en Vitra).
Completa el conjunto con una librería baja, como la de esta propuesta, que puede usarse también como banco o superficie extra.
Tanto si te sobran los metros como si es un salón pequeño, una manera de disponer de una gran librería, sin que resulte pesada, es hacer que se mimetice con el color de las paredes, lo que aligerará su peso en el ambiente.
En esta propuesta de Oliver Bonas es blanca, a juego tanto con las paredes y la carpintería de la ventana. Junto a ella, se ha creado un acogedor rincón de lectura con una butaca y una mesa auxiliar, que ponen la nota de color al conjunto.
Una opción muy habitual es destinar una parte del gran mueble del salón a librería. De esta manera, se evita tener que colocar más elementos que recarguen el ambiente, al mismo tiempo que se logra visión de conjunto.
En esta propuesta de Pils Ferrer, los laterales de la gran estructura que ocupa la pared principal del salón, se han destinado a estantería, dejando la parte inferior cerrada, lo que mantiene la armonía con el resto del mueble.
Todas soñamos con la clásica librería de pared a pared, con el encanto de las 'boiseries', pero sin su look demasiado clásico. Esta de Tegar lo hace posible. XL y con sitio para todo, cuenta tanto con baldas suficientes para colocar todos los libros que acumulamos, muchos de ellos sin leer (el fenómeno 'tsundoku' es una realidad) como para guardarcosas y objetos que no quieres que se vean, incluso para destinar una zona a escritorio.
Una solución que reinventa el tradicional concepto de salón-biblioteca, creando un espacio multifuncional, perfecto para la vida actual.
Una buena librería debe saber adaptarse a la casa, sus habitantes y evolucionar con ellos. Por eso, en el caso de un refugio en el campo de fin de semana, visualizamos una estantería a medida en madera o en tonos naturales junto a un rincón de lectura con un sillón orejero.
De la misma manera, en el salón de una familia, el estar-biblioteca debe albergar libros para todos, incluso contar con una parte dedicada a los juegos de mesa, mientras que si se trata de un piso de una pareja, esta debe ser elegante, con capacidad de almacenaje, sencilla y moderna. La que aparece en esta propuesta de Garde Hvalsöe es perfecta.
La manera más sencilla de crear un espacio de relajación y lectura en el salón es en un rincón. Una solución que no necesita nada más que una butaca confortable, unamesa auxiliar,para dejar el libro, y una lámpara de pie. Si lo colocas cerca de una ventana y junto a la estantería, el éxito está asegurado.
Este rincón de lectura, diseñado por la interiorista Raquel González y con interiorismo de Cristina Rodríguez Goitia, es perfecto. Situado junto a la chimenea y respaldado por dos librerías de madera, el sillón, tipo orejero, y el puff a juego completan un sitio perfecto para relajarse.
Resulta natural que, si la casa apuesta por el 'open concept', las librerías se adapten a esta nueva situación. Una manera de hacerlo es ejerciendo el papel de 'elemento divisorio' entre ambientes, sin perder su condición de organizadora de libros.
La estantería Stockholm de Mario Ruiz para Punt Mobles es un claro ejemplo de sus muchas posibilidades en el hogar moderno.