A todos nos gusta entrar en el dormitorio y sentir acogimiento e intimidad. Es el espacio más privado de nuestra casa y, en consecuencia, donde más nos relajamos. Es por eso que debe ser una zona acorde a esas necesidades, donde la armonía y la paz sean una prioridad.
Y la decoración juega un papel fundamental. Elegir el cabecero, la decoración de las paredes, los textiles… Todo debe cuidarse al detalle para lograr sentirse lo más cómodo posible. Lo malo es que es bastante fácil cometer ciertos errores que pueden derivar en una estancia más fría e impersonal o hasta saturada. Hemos hablado con la arquitecta de interiores Lidia Molina (@lidiamolinaarquitecta), interiorista y arquitecta especializada en el minimalismo clásico nos han contado cuáles son los errores más comunes y cómo solucionarlos. ¡Toma nota!

Los errores más comunes
Hay muchos errores que podemos cometer a la hora de decorar el dormitorio, pero según Lidia, el más común es “no vestir la cama o dejar las ventanas sin cortinas ni estores. Parece un detalle sin importancia, pero los textiles son los que realmente aportan calidez: el color, la textura, el movimiento de una cortina… ¡cambia todo!”. Para acertar, elige una base neutra y añade algún toque de color mediante los cojines o el plaid a los pies de la cama. Si quieres un espacio sereno, nuestro consejo es que huyas de colores demasiado saturados y te decantes por tonalidades deslavadas que inviten al descanso y la relajación.
Pero la interiorista tiene otra puntualización. Otro error es “la iluminación, esto daría para capítulo aparte: muchas veces se usan bombillas con tonos fríos que hacen que la habitación parezca más una consulta médica que un lugar para descansar”. Elige siempre bombillas con una temperatura de la luz cálida, que invite a relajarte. En la cocina y el baño, puedes apostar por una luz neutra, pero huye siempre de la fría, más propia de un garaje.

Fallos al elegir el color
Como hemos comentado previamente, la elección de colores es muy importante en la decoración del dormitorio. Los fallos más comunes es el uso de “colores chillones y los estampados excesivos”, nos confiesa Lidia. Y nos pone un ejemplo: “Una colcha de flores enormes que se come todo el protagonismo de la habitación… ¡me horroriza! Al final, los tonos neutros siempre funcionan, y si quieres dar un toque más alegre, basta con combinar algunos cojines de colores, otros con alguna textura y un bonito plaid para que el resultado sea elegante sin ser aburrido”.
Para no equivocarnos, la arquitecta nos remite a “un truco sencillo y muy extendido: la paleta 60-30-10”. ¿Qué significa? Que tienes que aplicar en la decoración un 60% de color neutro, un 30% de un tono complementario y un 10% de un color más atrevido. ¡Así no fallas!

Cómo elegir el cabecero
Uno de los factores que determina el estilo que conseguiremos en el dormitorio es el cabecero. Las opciones más comunes son de madera o tapizado, pero, ¿qué determina cada elección? Según nos cuenta la experta, “aquí no hay una única respuesta, depende mucho del estilo y la personalidad de la casa. Un cabecero tapizado es comodísimo para leer, aunque requiere más cuidados porque se mancha antes. El de madera es más fácil de mantener y puede dar un aire más natural, aunque menos mullido”.
Entonces, ¿cómo lo elegimos si las dos opciones tienen muchas ventajas? “Yo siempre digo: elige lo que te haga sentir a gusto al entrar en tu habitación, porque al final es tu espacio más íntimo. Eso sí, un cabecero bonito siempre puede ser la pieza estrella del dormitorio, incluso aunque el resto de muebles sean sencillos”, matiza.

Cuidado al elegir los muebles
Uno de los errores más comunes es recargar la habitación con muebles, lo que hace muy difícil encontrar el equilibrio entre funcionalidad y estética. Según Lidia, una manera de no equivocarnos es “pensando en lo esencial”.
Y añade: “Al dormitorio vamos a dormir, así que lo básico es la cama. Todo lo demás es opcional, según el espacio que tengamos. Por ejemplo, si no caben mesitas de noche, un cabecero también puede hacer esa función. Y si hay metros de sobra, unas butacas o un banco a los pies de la cama dan muchísimo juego. Pero lo importante es no llenar por llenar”.Y habrá que hacerle caso, por algo es experta en minimalismo clásico.

La iluminación es clave
Un dormitorio con poca luz natural o en la que se instalan demasiadas lámparas o muy pocas, puede dar como resultado un espacio incómodo, poco acogedor en el primer caso y lúgubre en el segundo. Según Lidia, esta falta de iluminación natural o el mal uso de la luz artificial es “¡un error y una pena! He visto casas con un potencial increíble que se arruinan solo por la mala iluminación”, nos cuenta.
Según la experiencia de la arquitecta e interiorista, “a veces se colocan focos en sitios sin sentido o se usan solo luces frías. Lo ideal es crear distintas escenas: una luz general, otra ambiental más suave, y alguna puntual para leer, para poder adaptar el ambiente a cada momento. Y sobre todo, es fundamental, utilizar temperaturas de color cálidas”.
Así, no puede faltar una lámpara de techo que nos proporcione una luz general y que se apoye en unas tiras led en foseados para una iluminación integrada y, por supuesto, unos apliques a los lados de la cama que faciliten la lectura y ofrezcan una luz más puntual.

La importancia de los textiles
Una de las maneras más efectivas y sencillas de cambiar la decoración de casa sin necesidad de invertir mucho es mediante los textiles. Pero según Lidia, podemos cometer un error al elegirlos: “El exceso”, confiesa. “Todo a la vez: muchas alfombras, demasiados cojines, colchas recargadas… La clave está en encontrar el equilibrio. Una cama con tres cojines bien elegidos y una colcha bonita en tonos neutros ya lo dice todo, no hace falta mucho más”.
Además, la interiorista y arquitecta recomienda “jugar con las estaciones: en verano, lino o algodón, que son ligeros, frescos y transpirables; y en invierno, terciopelo o lana, que aportan calidez y hacen que el dormitorio se sienta más recogido. Incluso un simple cambio de funda de cojines entre estaciones puede transformar por completo la atmósfera de la habitación sin necesidad de grandes inversiones”.

Las mesillas son muy importantes
Aunque creas que vale cualquier mesilla, no es así. Según la experta, es fácil equivocarse “sobre todo en la altura y el tamaño. En cuanto a la altura, lo ideal es que estén a la misma que el colchón”. Ten en cuenta que actualmente, los colchones son más altos, a lo que se suman los canapés, de manera que hay que elegir mesillas más altas de lo habitual para que sean cómodas.
“En otras ocasiones, el error viene al elegir mesitas muy grandes para el espacio que tenemos, al final se trata de que sean proporcionadas al tamaño de la cama y del dormitorio”, añade Molina.

Evita el ruido visual
Como experta en minimalismo clásico, Lidia es defensora del “menos es más”. Y eso lo extrapola también a la cantidad de objetos que tendemos a acumular en cualquier superficie vacía del dormitorio. “Cuando vemos una mesilla llena de cosas, lo primero que transmite es desorden y falta de calma, justo lo contrario de lo que buscamos en un dormitorio. No pasa nada por tener objetos personales, pero deben estar bien seleccionados y colocados con intención”.
Asimismo, nos aconseja que tengamos cuidado con el uso que le damos a la mesita: “Un error común es usarla como “cajón de sastre”: cargadores, libros a medio leer, gafas, joyas… todo acumulado. Mi recomendación es ser prácticos y ordenados: el cargador se guarda, las joyas que usamos a diario tienen que tener un sitio fijo, y si queremos decorar, con un detalle basta”.

¿Qué hacer con las tendencias?
Una de las recomendaciones que nos da Lidia es que no sigamos todas las tendencias que vemos en las revistas o entran por nuestros ojos, ya que terminaremos con “un pastiche que no funciona. A mí me pasa mucho con clientes que ven algo en Instagram o en una revista y lo quieren tal cual, pero en su casa no encaja ni por tamaño, ni por luz, ni por estilo. Las tendencias están muy bien como inspiración, pero hay que adaptarlas a tu espacio y a tu forma de vivir”.

3 consejos que no fallan
Lidia no quiere despedirse sin darnos varios consejos para evitar los errores más comunes. El primero es “viste siempre la cama, aunque sea de la forma más sencilla”, nos dice. Y es que, según su criterio, “no hace falta complicarse: una colcha neutra, un par de cojines y un plaid son suficientes para que el dormitorio se vea cuidado y acogedor. Los colores neutros como base, combinados con pequeños toques de color, funcionan siempre mejor que los tonos demasiado estridentes”.
Otro de los consejos que nos da la experta es que no descuidemos las ventanas. “Muchas veces se piensa solo en la cama y se olvida que las cortinas o los estores son clave para dar calidez y rematar la decoración. Optar por tejidos ligeros y fluidos hace que la luz entre de manera más suave y que la habitación gane en confort”.
Y finalmente, nos exhorta a invertir en la iluminación. “La luz es la gran olvidada y, sin embargo, puede cambiar por completo la atmósfera de un dormitorio. No basta con una lámpara de techo: lo ideal es combinar distintos puntos de luz para crear escenas diferentes según el momento”.