Como ocurre con la ropa, cuando llega el verano, todo estorba. Es el momento de descolgar las cortinas pesadas y sustituirlas por visillos o diseños en lino, apostar por colores claros, retirar esos adornos y accesorios, que su sola contemplación provoca un sarpullido, y encender el aire acondicionado o el ventilador de techo.
También es el momento de quitar las alfombras de pelo largo y lana, aunque hay diseños que también tienen un hueco en nuestra decoración estival, y dejarse tentar por ir descalza por un suelo fresco y cómodo. Una manera de potenciar la sensación de frescura en tu casa que, al mismo tiempo, tiene beneficios para la salud. Con aspecto de madera, pero porcelánico, la colección Eik de Ceramiche Refin crea una experiencia tan placentera para la vista como para el tacto.

El placer de andar descalzo
Llegar a casa y descalzarse es uno de esos pequeños placeres que tiene el hogar, especialmente si lo haces en un suelo, como el de esta propuesta del estudio Ábaton. Pero, además, este gesto cuenta con numerosas ventajas tanto a nivel físico como emocional. Por un lado, corrige la postura y evita los dolores de espalda. Además, al no llevar zapatos, estabilizas el cuerpo, lo que puede fortalecer la musculatura del pie y mejorar la circulación sanguínea, ya que la activación muscular ayuda a bombear la sangre.

Beneficios para tu bienestar emocional
Pero sus efectos no solo se notan a nivel físico, sino que también contribuyen a mejorar nuestro ánimo, sobre todo en esta época del año, donde se acumulan el cansancio y los nervios de todo el año, Así, andar descalzo puede reducir tu estrés, liberando tensiones. También puede favorecer el descanso, ya que estimula las terminaciones nerviosas, lo que contribuye a regular el sueño.Sin olvidar la importancia de estar en contacto directo con el suelo, lo que influye no solo equilibrio, sino también en la forma de sentir el cuerpo.
En este rincón, el mosaico de la colección Rebel de Hisbalit es una delicia a los sentidos. Ademas, esta versión 'rustic' aporta un guiño al estilo orgánico y rural y resulta más cálida y natural.

Colores claros que reducen la temperatura
Está demostrado que los colores claros resultan más frescos que los oscuros. Incluso, diversos estudios, publicados el año pasado, llegaron a la conclusión de que pintar los tejados de blanco puede llegar a reducir hasta 2ºC la temperatura de un edificio.Trasladamos esto al interior de nuestras viviendas y apostamos por el blanco en todas sus variantes, el beige, el crema o los pasteles para tejidos y piezas de mobiliario.
Dada la gran presencia del pavimento en un ambiente, elegir un suelo claro, como este vinílico de Quck-Step, ayudará a refrescar la estancia al instante. Después, solo queda descalzarte y disfrutar.

Suelo de madera: en todas las estaciones
Como material natural, andar por él sin zapatos siempre es un placer. Además, el parqué es resistente y duradero. Aísla y siempre aporta un plus de sofisticación, sin olvidar la variedad de acabados y formatos. Y, si en verano es nuestro mejor aliado, al llegar el invierno no defrauda, ya que evitan que los pies se enfríen. Eso se debe a que los suelos de madera absorben el calor muy lentamente, por lo que nuestro sistema circulatorio tiene tiempo suficiente para mantener una temperatura estable en los pies.
El roble, una de las maderas que nunca pasan de moda, aporta esa sensación de estar en casa. Los tablones estrechos de diferentes longitudes de este suelo de Dinesen crean un efecto sutil e impactante, al mismo tiempo.

Porcelánico: el más versátil
Si hay un suelo fresco y apetecible en verano, ese es el porcelánico. Una alternativa que se sube por las paredes y que ofrece grandes posibilidades de personalización. Estamos ante un pavimento estable, que no se altera ante los cambios bruscos de temperatura. Además, posee una gran capacidad de aislamiento, es muy resistente tanto a las manchas (no es poroso) como al paso del tiempo y se limpia fácilmente.
El de la imagen es el San Francisco Navy de Metropolitan. Un diseño perfecto para esta época, tanto por su color, azul 'marinero', como por sus cualidades técnicas y diseño en formato XL.

Piedra: conexión natural
Uno de los beneficios de caminar descalza se produce al conectar tu cuerpo con el suelo, sensación que se multiplica si el pavimento es natural. La piedra vive un resurgir en la casa moderna, debido tanto a su belleza orgánica como a su textura y personalidad, ya que cada una es única. Resistente a las altas temperaturas y a la humedad, es duradera, sostenible y menos delicada de lo que dicen, porque es 'dura' y se limpia con agua y jabón.
En esta cocina que hemos visto en Casa Decor, diseñada por Beatriz Silveira para SixtyPro, el pavimento combina caliza Campaspero con detalles en caliza Paloma, ambas de Cupa Stone. Un diseño, fresco y sofisticado, que reinterpreta a los suelos clásicos..

Vinílico: carácter camaleónico
Son los últimos en llegar, pero ya se han hecho un hueco en la decoración moderna, especialmente en cocinas y baños. Los suelos vinílicos son resistentes al desgaste y la humedad y resultan muy duraderos y fáciles de mantener. Además, da gusto pisarlos y su instalación es muy sencilla, por si quieres cambiarlo antes de irte de vacaciones.
El de la imagen, con aspecto de roble, es el Adore Imperial Dryback de Gabarró y cuenta con una mezcla de polvo de piedra caliza y estabilizadores de PVC, que le hacen especialmente denso.

Laminado: el todoterreno de la casa
Habituales de la casa actual, los suelos laminados ofrecen una pisada agradable y fresca, sobre todo si eliges un diseño como el de esta propuesta de Quic-Step que parece hormigón. Fácil de instalar, no requiere grandes obras, se puede colocar en cocinas y baños y no precisa un mantenimiento específico. Además, aunque no se puede reparar, es muy resistentes a los arañazos y el trote diario, por lo que tendrás pavimento para rato.

Microcemento: superficies continuas
Con una textura agradable y sin juntas, pisar un suelo de microcemento siempre es agradable, sobre todo en verano. Este material, apto para paredes y suelos, pero también para encimeras, lavabos o piezas de mobiliario es resistente a la humedad, los arañazos o zonas con un alto tránsito. Higiénico y fácil de limpiar, la variedad de colores y acabados, como piedra natural, hace que sea un habitual de las casas modernas.
En este baño del hotel PURO, diseñado por OHLAB, el sistema MORTEX, de la firma BEAL International, es un micromortero continuo que evoca a la piedra natural. Su acabado continuo, sin juntas visibles, y su textura suave generan un ambiente sereno, que invita a la calma.

Barro: el pavimento de moda
Los suelos de barro, como el de esta propuesta de Let's Pause, estaban algo olvidados o relegados a las casas de pueblo o al chalet de montaña y ahora son tendencia para decorar el piso de la ciudad. Entre sus ventajas hay que destacar su carácter natural, que nos hace pensar en el campo, aunque estemos en plena ciudad a 35 °C.
Es un buen aislante, lo que hace que sea fresco en verano y agradable en invierno, absorbe la humedad, evita que el polvo se adhiera y resulta muy fácil de limpiar. Sin olvidar que nos encanta su look y sus posibilidades decorativas.

Y ¿en la terraza? ¡También!
Aunque en la terraza y el jardín debes de tener más cuidado, lo cierto es que también resulta agradable andar descalza. Eso sí, vigilando no quemarte y no clavarte nada que pueda hacerte daño. En esta propuesta, el pavimento Marine de Listone Giordano resulta tan bello como funcional, ya que, gracias a una tecnología innovadora, la madera es apta como suelo de exterior, logrando una estética minimalista y evocadora.