El resultado tras el trabajo de Eva S. García —fundadora y directora creativa del estudio de interiorismo El Ático de Daniela— es un hogar con una estética muy pensada, hecha a medida del cliente, un gentleman contemporáneo, en el que cada detalle cuenta, desde la altura especial del mobiliario hasta las obras de arte y piezas únicas seleccionadas.

Antes y después: ¡toda una transformación!
De un piso ático de obra nueva de 70 metros cuadrados, ubicado en Valladolid, en una zona nueva conocida como Parque Alameda, a un hogar muy personal y repleto de detalles. Esta imagen muestra cómo era la entrada a la casa antes de la intervención de la interiorista. La decoración no pasa nada por alto y se inspira en Nueva York y en algunas de las pasiones de su propietario.

Un ático masculino con espíritu de club privado
La casa cuenta con una zona de salón-comedor, una cocina, dos dormitorios y dos baños (uno de ellos en suite). Este proyecto nace de un lienzo en blanco: un piso de obra nueva, sin elementos arquitectónicos destacables, que Eva S. García, del El Ático de Daniela Estudio (www.elaticodedaniela.com), transforma completamente a través de la iluminación, los materiales, las texturas y la decoración. El encargo de los clientes era claro: querían un espacio con alma, con referencias a sus pasiones (el automovilismo clásico, el cine y la estética neoyorquina), pero sin caer en la literalidad.
La iluminación fue clave para generar atmósferas cálidas y sugerentes, con luminarias casi escultóricas y un marcado aire nocturno. Desde el estudio responsable del proyecto realizaron todo el proyecto de iluminación con intervención de electricista y albañil para situar cada punto de luz requerido (techos, paredes, leds en interior de armarios, enchufes…). Esta imagen muestra la entrada al ático, delimitada por una estantería abierta —que no resta luz al recibidor—. Aquí destaca el papel pintado que se prolonga hacia el pasillo que conduce a los dormitorios.

Papel pintado como hilo conductor
Los papeles pintados son uno de los principales hilos conductores del proyecto: "Hay bastante geométrico y rayas diplomáticas", explica la interiorista. Además, en este trabajo se han diseñado muebles a medida, como el banco en terciopelo color terracota que decora la zona de transición entre recibidor y salón. En la pared, una obra de arte Always with a Lollipop del artista grafitero portugués Gongas, procedente del atelier de El Ático de Daniela, donde se exponen piezas de distintas procedencias y épocas, así como obras de arte.
Para el proyecto, nos detalla la interiorista, el cliente "me hace diferentes peticiones. Por un lado, está el lado estético, muy ligado a sus aficiones y a estilos muy urbanos. Le gusta muchísimo el mundo del automovilismo, sobre todo deportivos de los 50, pero quería que un profesional midiera esa pasión para no caer en el exceso y que fuera la temática que eclipsara todo lo demás". También le encanta el cine de los años 50-60, películas memorables con actores icónicos. ¡También queda reflejada la pasión en el interiorismo! Apliques de Terria.

De la nada al todo: la inspiración, esencial
La interiorista Eva S. García comenta que otra de las inspiraciones para dar vida a este hogar fue el propio cliente: "es un gentleman que le gusta vestir bien, trajes para trabajar, disfrutar de la vida, una buena comida…". Todo esto debía reflejarlo el espacio. Este mismo que se ve aquí, con la cristalera que comunica con la terraza.

El salón-comedor presidido por una pared de ladrillo
Ya hemos mencionado cómo la pasión del cliente por la ciudad de Nueva York —sobre todo por el Soho— está presente en la decoración. La pared de ladrillo visto que recorre la estancia principal es un guiño único. "Recreamos detrás del sofá la apariencia del ladrillo visto con paneles de poliuretano de la firma Panel Piedra. No solemos utilizar materiales no auténticos en los proyectos, pero en este caso, el peso y el grosor de los ladrillos era inviable y la reproducción de este panel a medida nos pareció una solución muy buena", explican desde el estudio encargado del proyecto.
Una falsa viga en el techo permitió instalar focos empotrados que bañan la estancia de luz envolvente. El suelo laminado en tono nogal y los papeles pintados de Coordonné completan esa sensación de refugio elegante. La interiorista define el estilo del ático como "urbano, con una mirada a la mitad del siglo XX. En contraposición a este retorno al pasado, está el neón —realizado a medida por el estudio— con el mensaje D'ont Look Back (No Mires Atrás). Justamente una frase que define mucho al cliente en su filosofía de vida".
El sofá está realizado a medida con el tapicero del estudio, en chenilla azul de Casamance. La estantería divisoria es el modelo Pyra de String, personalizada por El Ático de Daniela. Está instalada sin tornillería. Se fija de suelo a techo a presión. Por último, la butaca es de De Bejarry.

Un pequeño comedor de diseño
Ubicado delante del ventanal por el que se accede a la terraza y justo frente a la puerta que comunica con la cocina. Se soluciona con mobiliario y accesorios de líneas orgánicas. Los jarrones azules son piezas auténticas del artista Aldo Londi de los años 70. Los amarillos sobre el puf de centro son de murano italiano de los 70. El puf de centro está diseñado con la misma tela de chenilla azul de Casamance que el sofá. Mesa de comedor y sillas de Stua. Lámpara de Oi Soi Oi.

Piezas únicas con historia: el alma del proyecto
Las piezas exclusivas y originales rescatadas del atelier del estudio El Ático de Daniela suman valor y autenticidad a este proyecto. Tampoco falta el arte, lámparas escultóricas, revestimientos que aportan matices elegantes… Todo encaja en el conjunto para dar vida y personalidad a un hogar. Esta toma muestra el comedor "de cerca" visto desde el acceso a la cocina, que cuenta con una puerta corredera empotrada.

El salón antes de la intervención
Así estaba la pared principal de lo que ahora se ha diseñado como salón-comedor, con el acceso a la cocina en un extremo. Una base en buen estado pero sin personalidad.

Una cocina diseñada a medida del propietario desde la obra
"La cocina la diseñé durante la obra porque el cliente no quería la básica que ofrecía la constructora. El diseño del estudio fue instalado a la entrega de la vivienda", explica la interiorista Eva S. García. Se instaló papel pintado vinílico en las paredes que no están ocupadas por mobiliario. La ventana se viste con estores de Panno —como los del resto de la vivienda—. Se escoge una distribución en L que aprovecha el espacio al máximo, con muebles altos y bajos y columnas que acogen electrodomésticos.
La mesa del office es un diseño del estudio, con patas lacadas en el mismo color terracota que la raya del papel pintado. El sobre es encimera a medida de la marca Inalco, en un acabado cerámico con textura marcada y muy mate. La encimera es el modelo Awake de Dekton y el suelo es porcelánico en beige. Una de las peticiones del cliente, que mide 1,92 m de altura, es que todo el mobiliario de la cocina y de los baños esté instalado más alto respecto al estándar. ¡Y así se hizo! 15 cm más de altura para el mobiliario de cocina y baños.

El paso hacia la zona de descanso
Desde el salón, el papel pintado luce un maravilloso estampado de la colección Berber de Coordonné en material de Bamboo y diseño geométrico vertical en azul casi negro. Este se prolonga por el pasillo hasta el dormitorio en suite. A la izquierda, aparador de la firma Teulat.

Un dormitorio principal con alma
El dormitorio principal incorpora iluminación muy cuidada en la pared principal, revestida con papel pintado de la firma Coordonné, de rayas diplomáticas en azul marino, las mismas que decoran en color terracota la cocina. El cabecero está diseñado a medida por el estudio y tapizado con tela de Pepe Peñalver y terciopelo de Gancedo. Los detalles artísticos y textiles provienen del atelier del estudio, como, por ejemplo, la tela antigua de la India a los pies de la cama. Estores de Panno.
Apliques cilíndricos de Robin Lamps y de lectura de Aromas del Campo. Mobiliario de De Bejarry y cojines de James Malone. Los jarrones ámbar y pisapapeles italianos de los años 70 son del atelier de El Ático de Daniela, como la jarra alemana de los años 30 de la fábrica Keramik. Obra de arte Sommeil éveille-Freud del artista francés Le Yack.

Un baño personalizado
Aquí también se intervino más allá de la deco: se elevaron los lavabos, se cambiaron griferías, mamparas, se diseñaron los muebles y se trabajó con porcelánicos lisos y texturizados para diferenciar zonas como la ducha. El efecto es de elegancia y sencillez, con predominio de los tonos arenosos y el contraste elegante que aporta el negro. La fotografía es de Jorge Omeñaca.

Despacho, dormitorio de invitados y vestidor
Para terminar el recorrido por este ático, llegamos a este espacio: el segundo dormitorio que cumple varias funciones. Es despacho con un rincón de escritorio junto a la ventana. Pero en el resto del espacio se diseña mobiliario a medida —de JJP—, adosado a las paredes, con armarios que convierten la estancia en vestidor. En ese diseño, se integra además una cama abatible para que pueda ser usada la habitación como cuarto de invitados. El papel pintado de estampado de rayas verticales y horizontales en beige y azul es de Coordonné.
La silla de estudio es de Pilma. La lámpara colgante sobre el escritorio es de Aromas del Campo.