La cultura oriental es una de las más ancestrales que existen y de las más interesantes, ya que está muy vinculada con la espiritualidad y se nutre de aquello que la naturaleza pone a nuestra disposición para que todo gire en torno a ella.
Por tanto, en sectores como la gastronomía, la salud o la decoración, todo lo natural está muy presente. Cada vez son más los remedios de la cultura china y japonesa que se ponen en marcha como terapias alternativas para mejorar la calidad de vida de los occidentales y, en materia decorativa, los principios basados en el feng shui vienen pisando fuerte desde hace algunos años.
El estrés a que estamos sometidos en nuestro día a día ha hecho que cuando llegamos a casa necesitemos más relax que nunca, por eso los espacios minimalistas que nos ofrece la tradición oriental están siendo todo un éxito a la hora de configurar un hogar en cualquier rincón del planeta.
Un espacio para renovar la energía
Y si hay un espacio de la casa donde necesitamos estar a gusto y procurar el descanso necesario para afrontar los quehaceres diarios, ese es el dormitorio, en cuya decoración debemos poner especial atención para que sea el remanso de paz y tranquilidad que nos proporcione la energía suficiente.
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Colores neutros tanto en las paredes como en los textiles, muebles bajos y sin patas y camas casi al nivel del suelo son algunas de las características que conforman el estilo oriental, especialmente japonés, y que se deben tener muy en cuenta si quieres que el lugar donde duermes tenga ese aire tan de moda.
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El minimalismo debe reinar en el espacio con un mobiliario de líneas simples y que no distraiga la atención, pero también es interesante seguir los principios de la filosofía oriental en cuanto a los materiales de construcción. Ya que la naturaleza es la que inspira este estilo decorativo, incorporar no sólo madera sino también algo de piedra y metal serán claves para lograr el efecto deseado.
Elementos decorativos para un ambiente con personalidad
Una fuente decorativa, con el relajante sonido del fluir del agua puede ser el elemento de piedra perfecto que colocar sobre uno de los muebles. Mientras que un jarrón sobre una base de madera sencilla será el metal que puedas incorporar de la forma más fácil, a la vez que dotas al dormitorio de artículos decorativos.
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Una alfombra de bambú a los pies de la cama en color beige o cuadros de líneas rectas con caligrafía oriental para el cabecero de la cama, también de líneas depuradas, puede ser otros elementos decorativos que puedes incorporar, sin olvidar que lo ideal para cubrir las ventanas son los paneles japoneses o sencillos estores en blanco o beige. Para el suelo, nada como la madera.
Para la iluminación, lámparas pegadas al techo de papel. Y si cuentas con un gran espacio y quieres aportar un toque de personalidad al dormitorio, puedes crear diferentes ambientes con un biombo de estampados con motivos orientales.
