Si pensamos en algún dulce típico de Corea del Sur y nunca hemos visitado el país asiático ni conocemos particularmente su gastronomía, quizá la primera referencia que nos venga a la cabeza sea la de las galletas Dalgona que tan populares se hicieron gracias a la exitosa serie El Juego del Calamar.
Sin embargo, el dulce surcoreano que hoy nos ocupa es incluso más icónico y popular. Nos referimos a los Hotteok, una especie de panqueques, muy típicos de la cocina callejera, rellenos con una mezcla de azúcar moreno, canela y frutos secos, y que se sirven muy calientes (por lo que suelen consumirse más en las épocas más frías del año).
LOS REYES DEL STREET FOOD MÁS GOLOSO
Suelen cocinarse en una plancha o sartén hasta que quedan crujientes por fuera y el relleno caramelizado por dentro y resulta común verlos elaborar en mercados, puestos de Street Food… Además, existen mezclas listas que se pueden comprar para prepararlos en los hogares.
Un bocado goloso que, en realidad, tiene un origen salado; al parecer fueron los inmigrantes chinos los que introdujeron una receta similar, que se rellenaba con carne. Los coreanos fueron adaptándola, sustituyendo esa carne por ingredientes dulces.
HOTTEOK: PANQUEQUES COREANOS, PASO A PASO
Aunque hoy día podemos encontrar distintas variantes de Hotteok (con té, con queso…), esta receta que mostramos es la más parecida a la versión clásica.
Ingredientes (8–10 unidades)
Para la masa:
- 250 g de harina de trigo
- 140 ml de agua tibia
- 1 cucharadita de levadura seca
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 pizca de sal
- 1 cucharadita de aceite vegetal (opcional, pero recomendable para manejar mejor la masa)
Para el relleno:
- 50 g de azúcar moreno
- 1 cucharadita de canela molida
- 20–30 g de nueces picadas (puedes sumar también semillas de sésamo)
- Aceite vegetal para cocinar
ELABORACIÓN:
La masa:
-En un bol grande mezcla el agua tibia con la levadura y el azúcar. Deja reposar 5–10 minutos.
-Añade la harina, la sal y el aceite, y amasa hasta obtener una masa suave y elástica (debe quedar ligeramente pegajosa).
-Tapa el bol con film o un paño y deja que repose alrededor de 1 hora, o hasta que notes que ha doblado su tamaño.
El relleno:
-Mezcla en un cuenco el azúcar moreno con la canela y los frutos secos. La idea es obtener una mezcla granulada que, al derretirse dentro del Hotteok, se vuelva un caramelo especiado.
Dar forma a la masa:
-Cuando la masa haya fermentado, úntate las manos con un poco de aceite.
-Saca la masa del bol y divídela en 8–10 porciones.
-Toma una de ellas y, sin amasar, simplemente redondéala para formar una bolita.
-Coloca la bola en tu mano y aplana suavemente el centro con las yemas de los dedos, dejando el borde un poco más grueso. La idea es darle forma disco.
-Pon una cucharada generosa del relleno en el centro, formando un montoncito.
-Después ve levantando los bordes del disco hacia el centro, como si estuvieras cerrando un saquito.
-Pellizca el cierre para que quede bien sellado y dale la vuelta: la parte lisa será la que quede arriba.
-Coloca cada bola ya rellena en una bandeja o plato ligeramente aceitado y déjalas reposar unos minutos.
El cocinado:
-Calienta una sartén antiadherente a fuego medio y pon un poco de aceite, lo suficiente para cubrir el fondo.
-Coloca una de las bolas en la sartén, con la parte sellada hacia abajo. Déjala unos 20–30 segundos sin tocarla, solo para que se asiente un poco la base.
-Aplástala suavemente con una espátula plana. No hay que presionar fuerte ni convertirla en algo muy fino: basta con darle forma de disco de alrededor de 1–1,5 cm de grosor.
-Déjala cocinar unos 2–3 minutos hasta que la parte de abajo esté dorada. Voltea con cuidado y cocina el otro lado durante otros 2–3 minutos. Notarás que a veces el Hotteok se infla ligeramente en el centro, señal de que el azúcar dentro está burbujeando y fundiéndose. Si ves que se dora demasiado rápido, baja un poco el fuego: el objetivo es que la masa se cocine bien y el relleno se derrita.
Presentación:
-Los Hotteok están en su mejor punto recién hechos, calientes, cuando el centro está líquido y caramelizado. Así que no tardes en servirlos. Eso sí, ten cuidado al morderlos para no quemarte, porque el relleno puede estar muy caliente.








