En 1874, en Nueva York, se popularizó una broma llamada The Great Tom Collins Hoax. Consistía en decirle a alguien que un tal Tom Collins estaba hablando mal de él en otro bar. La víctima, indignada, salía a buscarlo… pero Tom Collins no existía. La historia se volvió tan famosa que un barman aprovechó la ocasión para bautizar así un cóctel que lleva ginebra, limón, azúcar y agua con gas o soda. Hay quien cuenta que el nombre se debe al de su creador John Collins, de origen inglés, que usaba una ginebra holandesa conocida como Old Tom. Sea como sea, te mostramos cómo preparar esta refrescante bebida.
Cóctel Spritz, una explosión de burbujas que nunca pasa de modaPor Susana Baticón