Aunque con un arroz bomba también podremos obtener buenos resultados, lo ideal a la hora de hacer un risotto es utilizar variedades especialmente idóneas para este tipo de receta italiana: arborio, carnaroli (como el que vamos a emplear)... arroces que absorben los sabores del caldo y demás ingredientes. Aquí, nuestro producto estrella será pulpo -cuyas patas compraremos ya cocidas para mayor comodidad-. Usaremos también queso Galmesán (de pasta prensada cocida y origen gallego) aunque lo puedes sustituir por otro queso similar rallado.
Ingredientes
- 320 gramos de arroz carnaroli
- 8 patas de pulpo cocido
- zumo de medio limón
- ralladura de limón (de medio limón)
- 75 gramos de queso Galmesán rallado
- 100 mililitros de vino blanco
- 600 mililitros de caldo de ave
- 30 gramos de mantequilla
- 6 cucharadas de aceite de oliva
- sal
Preparación
- Cortar la mantequilla en dados pequeños y reservarlos en el frigorífico.
- Calentar el caldo.
- Echar en una cazuela 2 cucharadas de aceite a fuego medio.
- Cuando esté caliente, añadir el arroz y remover para rehogarlo bien. Bañar con el vino y esperar a que se absorba.
- Agregar dos cacillos de caldo, bajar el fuego y remover con una cuchara de madera.
- Continuar incorporando caldo según según se vaya absorbiendo.
- Cuando esté al dente, apagar el fuego, sumar la ralladura de limón, el zumo, los dados de mantequilla y el queso rallado.
- Mezclar con energía y probar de sal.
- Calentar al vapor las patas de pulpo.
- Disponer el arroz en platos hondos, acompañar con las patas de pulpo calientes, rociar con el aceite restante y sazonar con sal.
- Se debe añadir el caldo poco a poco porque hay que esperar a que se absorba y, si se agrega mucha cantidad de una vez, puede que el arroz se pase de cocción.
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