La miel hace con las berenjenas una magnífica pareja de baile. Un tándem clásico salado-dulce que cuenta con numerosos fans. Pero es que además de muy rico, este aperitivo, es sencillísimo de preparar.
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1.
Lava las berenjenas y córtalas en bastones finos.
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2.
Coloca los bastones sobre papel de cocina y espolvorea sal por encima. Deja que la berenjena 'sude' una media hora y seca muy bien con papel de cocina.
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3.
Reboza los bastones con harina y sacude muy bien para quitar todo el exceso de harina.
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4.
En una sartén amplia con aceite bien caliente ve friendo las berenjenas en pequeñas tandas hasta que se doren un poquito, con cuidado de que no se quemen.
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5.
Escurre las berenjenas sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite.
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6.
Añade miel de caña al gusto por encima... ¡y a disfrutar!
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