Un cena perfecta para todos, en la que no debes emplear más de diez minutos y que, con un sencillo aliño, se convierte en un plato para chuparse los dedos. Y nunca mejor dicho, porque esta receta se come con las manos. Para aligerarla, no la acompañes de patatas fritas, búscale otra guarnición, como una ensalada.
- 0.5 ud de Cebolla morada
- 0.5 ud de Tomates
- 0.25 manojo de Perifollo
- 2 ud de Salchichas tipo frankfurt
- 2 ud de Pan de semillas calientes
- Mostaza
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1.
Pelamos la cebolla y la cortamos de forma que nos queden pequeños aros.
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2.
Cortamos el tomate en daditos muy pequeños y lavamos el perifollo, sacudiéndolo el agua justo después y picándolo muy fino. Mezclamos bien.
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3.
Asamos las salchichas a la parrilla o calentándolas en agua hirviendo. Reservamos.
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4.
Abrimos los panecillos por la mitad y colocamos una salchicha en cada una. Por encima, la cebolla morada y, si queremos, el picadillo que hemos hecho previamente (el cual, también puede servirse en un cuenco junto a la mostaza, para aliñar al gusto).
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