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Fácil
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¡HOLA! COCINA
El azafrán es un sello de identidad de la cocina española. Es una especia de gran calidad, que alcanza elevados precios en el mercado, ya que su proceso de obtención es de lo más laborioso ya que se hace de estambre en estambre, de forma manual. Este condimento da un sabor muy particular y característico a los platos y hay que dosificar su uso.
- 500 g de Calabaza
- 4 rebanadas de Pan del día anterior
- 50 g de Almendra picada
- 1 ud de Tomates
- 5 dientes de Ajo
- 8 hebras de Azafrán
- 750 ml de Caldo de pollo
- 4 cs de Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra
- 1 trozo de Guindilla
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1.
Cuece la calabaza y el tomate pelados y troceados en el caldo de pollo unos 20-30 minutos.
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2.
Corta el pan en dados de 1 cm de lado.
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3.
Calienta el aceite en una sartén y dora los daditos de pan hasta que estén crujientes.
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4.
Escurre sobre papel absorbente y reserva.
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5.
Pela y pica los dientes de ajo.
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6.
En el mismo aceite, sofríe los ajos y las almendras picadas hasta que se doren. En el último minuto agrega las hebras de azafrán dejando alguna para decorar.
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7.
Maja el resultado en el mortero con los dados de pan y los trocitos de guindilla añade a la cazuela con la calabaza.
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8.
Cocina a fuego bajo 20 minutos y cuando transcurra ese tiempo tritura con batidora. Si queda demasiado espeso, añade un poco más de caldo.
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9.
Lleva la cazuela a la mesa, reparte en platos hondos o en cuencos individuales y decora con las hebras reservadas.
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