Para quienes disfrutan con una buena copa de vino es un momento mágico: esos aperitivos de verano o atardeceres, en compañía de familia y amigos, mientras se saborea un blanco o un rosado bien fresquito de forma relajada y sin prisas…

El problema, a veces, es que estos calores no siempre permiten que esos vinos estén en las condiciones óptimas. Lógicamente, si estamos fuera de casa, estará en la mano del restaurante o terraza donde nos encontremos cuidar de que el vino que sirven esté perfecto. Pero cuando es algo que depende de nosotros (si, por ejemplo, hemos organizado una comida en casa, o debemos llevar nosotros el vino a casa ajena) es importante tener en cuenta algunos tips para que nada arruine esos brindis de verano. En este sentido, contamos hoy con los expertos de las reconocidas bodegas riojanas Montecillo, encargados de sugerirnos un buen puñado de consejos prácticos:

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Por mucho que quieras correr, evita utilizar el congelador para enfriar el vino

-El vino, bien guardado. Aunque los grandes amantes del vino suelen disponer en casa de cavas eléctricas o vinotecas de mayor o menor tamaño donde almacenan sus vinos en condiciones perfectas (temperatura, humedad, etc), no todo el mundo dispone de estos electrodomésticos. Eso no quita para que tengamos el vino en casa de cualquier manera. Es muy importante almacenarlo en lugares oscuros, de forma que no reciban la luz solar. El sol acelera reacciones químicas que alteran su estado. Tampoco son convenientes las luces artificiales fuertes.

-Ten previsión y evita el congelador. Es un gesto común: se nos ha olvidado meter el vino en la nevera y queremos que se enfríe rápido, metiéndolo en el cogelador. ¡Error! Lo ideal es enfriarlo en la nevera alrededor de una hora  y sacarlo 10 minutos antes de servir.

-No llenes mucho la copa. Para evitar que el vino se caliente se recomienda no llenar demasiado la copa. Es preferible ir sirviendo de la botella (que estará en una cubitera o envuelta con una funda enfriadora) las veces que haga falta y de esta forma estará siempre más fresco.

Lo ideal para su servicio son las copas de tallo alto

-Utiliza copas de tallo alto. Pese a que el vino debe servirse siempre en copas de tallo alto, en verano es mucho más importante ya que el vino se mantendrá más tiempo fresco. Además, recuerda que es precisamente por el tallo por donde debemos sostener la copa para evitar calentar el líquido con la mano.

-Elige vinos de baja graduación alcohólica. En verano con el calor, siempre son más recomendables vinos jóvenes, frescos y de baja graduación alcohólica. ¿Acaso no entra mejor un blanco o rosado bien fresco que un tinto con cuerpo?

-Cuidado con los hielos. Otra forma recurrente a la hora de querer enfriar el vino de forma rápida es añadir en la copa algún cubito de hielo. Esto lo único que hace es aguar y desvirtuar las características del vino. En este sentido son muy útiles los cubitos de hielo reutilizables (los hay de distintas formas, tamaños, colores y materiales) que no se derriten pero sí enfrían. Tenerlos siempre en el congelador es una magnífica idea. Otra opción podría ser enfriar previamente la copa de vino con unos cubitos. No obstante, aquí siempre prevalecerá, lógicamente, el gusto personal; si te gusta echar hielo al vino, adelante (eso sí, lo que estarás tomando será otra cosa diferente al producto terminado que compraste). 

Los hielos reutilizables pueden ser de ayuda para enfriar el vino sin aguarlo

-Cuando no terminamos la botella. El gesto más habitual es taparla bien con el corcho y meterla de nuevo en la nevera. Pero con  ayuda de un  pequeños gadgets podemos hacer que la vida del vino sobrante se prolongue un poco más. Nos referimos a utensilios como las llamabas ‘bombas de vacío’, que retiran el aire del interior de la botella, y cuyo uso resulta más que interesante de cara conservar mejor nuestros caldos una vez abiertos.

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