Como casi todo en la vida, el mes de enero tiene su cara y su cruz. Por un lado están esos primeros días del año, en los que los más afortunados continúan teniendo días de vacaciones y aún están por disfrutar la llegada de los Reyes Magos y el delicioso sabor del Roscón. Sin embargo, una vez sus Majestades emprenden camino de vuelta, tocan cosas algo menos festivas: la vuelta al trabajo, a los buenos hábitos de alimenticios, a las rutinas…. y, por supuesto, la temida cuesta de enero. Tras los gastos y dispendios propios de las fiestas es momento de apretarse el cinturón, y cualquier forma de ahorro, por pequeña que sea, es bienvenida.

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Evita abrir la puerta del horno mientras los alimentos se cocinan

En lo que a la factura de la luz se refiere, un buen uso de los electrodomésticos de casa es, en este sentido, clave. De entre ellos, nos fijamos hoy en uno de nuestros grandes aliados a la hora de cocinar: el horno. Y es que, con gestos muy sencillos, es posible ahorrar no solo en el consumo -y, por tanto, en la factura- sino que además estaremos apostando por un ahorro de energía y practicando una cocina más sostenible. Pautas que no son ‘nuevas’ pero sí muy efectivas, que nos llegan de la mano de los expertos de Teka (marca alemana dedicada a las soluciones integrales para las cocinas) y que nunca está de más recordar:

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CONSEJOS PARA AHORRAR ENERGÍA (Y DINERO) CUANDO USAMOS EL HORNO

• Cocinados simultáneos. Recuerda que en el horno se pueden cocinar distintas elaboraciones a la vez, en las diferentes alturas de las que dispone el electrodoméstico. Una buena manera de ahorra energía y tiempo.
• Recipientes adecuados. La elección del recipiente es fundamental también para sacar el máximo partido a cada kW/h que consume nuestro horno. Los de cerámica o vidrio guardan mejor la temperatura y pueden ayudarnos a no tener que calentar mucho el horno.

Los recipientes de cerámica y vidrio guardan mejor la temperatura

• No abras la puerta mientras horneas. Si disminuimos el número de veces que abrimos la puerta del horno mientras cocinamos, evitaremos pérdidas de calor y conseguiremos un uso más eficiente y sostenible.
• Trozos más pequeños. Otro tip muy sencillo es, si la receta lo posibilita, cocinar los alimentos en trozos más pequeños. De esta manera el cocinado será más rápido y necesitarás tener encendido tu horno menos tiempo.
• Aprovecha el calor residual. En lugar de usar el microondas, el calor residual del horno nos ayudará a calentar la comida igualmente, pero ahorrando energía. Además, apagar el horno 5 minutos antes de acabar de cocinar es otra manera de aprovechar el calor residual.
• La limpieza, fundamental. Mantener el horno bien limpio, además de poe las razones evidentes de higiene, es también una pauta que mejora mucho el ahorro energético de este electrodoméstico.

Para un mejor rendimiento del horno resulta fundamental su limpieza y buen mantenimiento

• Apuesta por hornos 'sostenibles'. Es cierto que los hornos con 'alta calificación energética’ requieren una mayor inversión inicial de dinero. Sin embargo, los hornos con etiquetas A o B nos permiten, a la larga, ahorrar energía y sacarles el máximo rendimiento. De manera que si te ves en necesidad de comprar uno nuevo, tenlo en cuenta.

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