Pasteles de Belém, el secreto mejor guardado de Portugal (o casi)

Aunque muchas veces son confundidos con los ‘pasteles de nata’, en realidad la receta de los auténticos pasteles de Belém se guarda celosamente y muy pocos reposteros la conocen (bajo estricto contrato de confidencialidad) Aun así… ¡hoy vamos intentar cocinarlos!

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Si has tenido ocasión de viajar a Lisboa es probable que, entre las postales del viaje que conservas en tu cabeza, esté la del imponente ‘Monasterio de los Jerónimos’ y, junto a él, la de esas largas colas que se forman en la cercana confitería ‘Pastéis de Bélem’.  Golosos impenitentes, dispuestos a esperar lo que sea necesario, para hacerse con un buen puñado de lo que, sin duda, son los dulces más conocidos del país luso...

¿Y por qué tanta fama? Pues, por encima de cualquier otro motivo, lo cierto es que estos dulces ¡están realmente ricos! Su hojaldre fino y crujiente, la increíble cremosidad que encierra su interior… una delicia. Pero es que, además, también existe aquí un pequeño componente de ‘exclusividad’: solo si los adquieres en esta confitería podrás decir que has probado los únicos y auténticos pasteles de Belém. Tan únicos que la receta exacta se mantiene celosamente guardada bajo llave desde 1837. Fue en este año cuando los ‘pastéis de Belém’ empezaron a elaborarse oficialmente a partir de la ‘receta secreta’ transmitida por los monjes del Monasterio (tras la Revolución Liberal de 1834, y el subsiguiente cierre de todos los conventos, los monjes se vieron obligados a vender sus dulces como método de subsistencia).

“Desde entonces la receta es conocida exclusivamente por los maestros pasteleros que los fabrican de modo artesanal a diario”, tal y como cuentan en la propia página web de la famosa pastelería. El celo es tal que esos reposteros son obligados incluso a firmar un contrato de confidencialidad en el que se comprometen a no divulgar el modo de elaboración de estos dulces.

Del obrador donde trabajan (‘Oficina do Segredo’, ‘Taller secreto’ en español) salen al día unos 20.000 pastelitos, que no deben confundirse con los conocidos como ‘pasteles de nata’. Es cierto que son parecidos -de hecho, en muchas ocasiones se cuenta que nacieron como intento de reproducir los de Belém, a modo de imitación dado su éxito-. Sin embargo, los originales no incluyen nata.

Tampoco la encontrarás entre los ingredientes de la receta de ‘Pasteles de Belem’ que os queremos mostrar hoy. Se trata de la aproximación a la receta auténtica que hace Anäis Delon, autora de un estupendo libro que acaba de publicarse: ‘Portugal: una cocina entre la tradición y la modernidad’.

Sus páginas suponen un delicioso viaje por la gastronomía del país vecino (¡más efervescente que nunca!). A través de ellas el lector puede descubrir a un buen número de talentosos chefs portugueses, direcciones imprescindibles (restaurantes, pastelerías, conserveras, tiendas de ultramarinos…), así como algunas de las recetas más icónicas de la cocina lusa entre las que, por supuesto, también hay cabida para los célebres Pasteles de Belem. “Todo el mundo sabe que la receta original es imposible de conseguir. Pero yo he logrado esta versión, respaldada por varios intentos y aprobada por amigos de Portugal”, asegura la autora justo antes de detallar el paso paso de su receta. Si quieres seguirla, paso a paso, te la adelantamos aquí debajo (pulsa sobre la imagen para acceder al modo de elaboración).

Paso a paso: Pasteles de Belém

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