El cariño de los fans ya sabemos que a veces es demasiado apasionado. No es la primera vez que un personaje conocido tiene que salir corriendo o se ve “amenazado” por una avalancha de seguidores en busca de un simple autógrafo o un beso. Recordemos hace pocas semanas a Kim Kardashian que se vio “acorralada” por una nube de fotógrafos y curiosos a su llegada a uno de los desfiles de la semana de la moda neoyorquina. Casualmente la siguiente historia transcurre en la misma ciudad.
Jennifer Lawrence está en plena promoción de una nueva entrega de los Juegos del Hambre y ha sufrido en sus propias carnes la pasión de los neoyorquinos. A su llegada a uno de los programas de televisión que ha visitado estos días, la actriz vivió un momento tenso. Una de las vallas de contención de la calle se vino abajo por la presión de la gente y, ante el peligro de que se le echaran encima, su equipo de seguridad reaccionó enseguida. ¡Cuidado! La cogieron casi en volandas para apartarla de la zona, en la que sólo se veían manos levantadas con papeles, carteles, fotos y bolígrafos. No pasó nada finalmente, Jennifer pudo respirar tranquila.
La estrella levanta pasiones allá por donde pasa. Es uno de los jóvenes rostros más atractivos del cine y además protagoniza una saga juvenil de éxito y tiene un Oscar en su haber. Su reciente relación con Chris Martin, vocalista de Coldplay, la ha puesto además en el punto de mira. No cabe duda de que es una de las actrices de moda así que no es de extrañar que esté “perseguida”.
Esta anécdota ocurrió paradójicamente poco después de que la artista dijera que le está resultando difícil seguir con su vida, después de haberse convertido en una estrella. “Es difícil no cambiar cuando todo el mundo a mi alrededor está cambiando". La actriz asegura que está intentando hacer todo lo posible por no dejarse llevar por la fama y el espectacular revuelo que causa en sus apariciones públicas. "Es importante tener los pies en la tierra. Al menos lo estoy intentando", añade.
La protagonista de Los Juegos del Hambre confiesa que, debido a todo este éxito, por las noches tiene pesadillas: "Estoy en un centro comercial, la gente me rodea y no puedo escapar". "La peor parte de este trabajo es que pierdes privacidad y el control sobre muchas cosas", afirma Lawrence.
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