Esta vez la estrella era ella. Destilando belleza por los cuatro costados, Blake Lively fue la protagonista absoluta de la cita que la firma Gucci organizó en la ciudad china para presentar su perfume. La actriz, imagen del aroma, acaparó miradas con un ajustado vestido palabra de honor, con un moderno corte peplum en tono bronce, combinado con un precioso maxi collar. La mujer de Ryan Reynolds no dejó de sonreir demostrando el excelente momento personal que atraviesa.
Y es que, aunque no posó con ella durante la velada, su marido la esperaba para cenar con ella en uno de los restaurantes de la ciudad. Y es que el matrimonio forma un tándem perfecto que combina con acierto amor y trabajo. La pasada semana fue ella la que esperó fuera de los focos a que el actor terminara sus compromisos en Barcelona, donde presentó la película de animación Turbo 3D, para degustar el menú del mejor restaurante del mundo: el Celler de Can Roca en Gerona. En esa ocasión, era Ryan el que merecía todas las atenciones, por eso ella esperó en un segundo plano, mientras que en Shangai invirtieron los papeles.
Ryan y Blake tratan de vivir su matrimonio con toda naturalidad, aunque son poco amigos de desfilar juntos en eventos públicos. Discretos con su vida personal, la pareja sigue cumpliendo con sus compromisos laborales por medio mundo y, a juzgar por estas últimas citas, siempre que pueden viajan juntos. Una permanente luna de miel. Este es el primer verano que pasan como marido y mujer, ya que se dieron el “sí quiero” el 9 de septiembre de 2012 en Carolina del Sur. La protagonista de Gossip Girl asegura que “nunca ha sido tan feliz” y que le gustaría tener una “gran familia”.
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