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El pasado 14 de febrero, día de San Valentín, Carlos Moyá y Carolina Cerezuela pusieron rumbo a Miami. Este fin de semana, el extenista ha participado en el torneo Delray Beach, de Florida, donde consiguió vencer al veterano John McEnroe, uno de los que fuese número 1 del tenis. Allí, en la grada, viendo cada una de sus jugadas, se encontraba Carolina Cerezuela, que se llevó a su hija, Carla, y a su hijo, Carlos, para ver este partido, pese a que son muy pequeños. Esto demuestra que son una piña, ya que el matrimonio no se separa de sus retoños, ni siquiera por motivos de trabajo.
La pequeña Carla se mostró muy interesada por el juego de su padre y desde la grada miraba como iba ganando punto a punto hasta alzarse con el triunfo. Con un vestidito rosa, la niña también tuvo tiempo para entretenerse jugando con un ordenador didáctico. Mientras, la inolvidable protagonista de Camera Café se mostró de lo más cariñosa con el benjamín de la familia, al que sostuvo en sus brazos y no paró de besar y hacerle carantoñas.
El pequeño Carlos vino al mundo el pasado 12 de diciembre llenando aún más si cabe de felicidad al matrimonio. "Mi ilusión era formar una familia numerosa y ya estamos en el buen camino. Tanto Carolina como yo tenemos claro que deseamos tener más hijos", comentó Carlos.
A pesar de ser una piña, Carlos y Carolina siguen teniendo su espacio como pareja y así, un día antes del torneo, acudieron al concierto que Rosana ofreció en Miami. "Buenos dias, mundo!! Hoy me espera una noche emocionante! Concierto de Rosana @RosanaOficial en Miami, estoy impaciente!!!!", escribió la presentadora y actriz en su perfil de las redes sociales antes del concierto. "Miami se emociona con la voz de @RosanaOficial Impresionante. Me voy con el corazón lleno. Un día para recordar", añadió al terminar el espectáculo. "Espectacular concierto de @RosanaOficial, piel de gallina... ", añadió el extenista.
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