Días después de asistir al Festival de San Sebastián, Antonio Banderas viajó a Moscú para presentar uno de los estrenos más esperados de la temporada, El Gato con Botas. Acompañado de su buena amiga, Salma Hayek, con quien participa en el filme, el actor malagueño puso ese arte y salero que le caracteriza al hablar en Rusia de su personaje, “un gato, que empezó como actor secundario en Shrek y que se ha convertido en una estrella”.
El actor reconoció que le encantaría parecerse a él, “pero es mucho más sinvergüenza que yo, es un manipulador terrible”, aunque al igual que él siente debilidad por las mujeres. "Me encantan las mujeres, pero no tengo mucho éxito entre ellas", bromeó el actor que está felizmente casado con Melanie Griffith. "Además no tengo el poder de manipulación que el gato tiene cuando abre mucho los ojos para convencer a todos de que hagan lo que él quiere”, añadió.
Hayek viajó a la capital rusa acompañada de su hija, Valentina Paloma, de cuatro años. Madre e hija tomaron un avión en Los Ángeles y para sorpresa de muchos fueron trasladadas en silla de ruedas al avión, lo que hizo pensar que tal vez Hayek sufriera alguna lesión. Sin embargo, en la presentación demostró estar perfectamente. La actriz, con un vestido negro con botas, posó junto a Banderas y juntos posaron con los grandes protagonistas, varios gatos, a los que cogieron en brazos en el photocall.
La actriz mexicana, que interpreta a Kitty Softpaws, una gata calculadora y cleptómana novia del héroe, declaró que su personaje al igual que el de Banderas se parece mucho a ella en apariencia, gestos y expresiones faciales. “Me gusta burlarme de Banderas. Como sabéis, hacer enojar a Antonio, es pasar un gran momento. Además, me encanta bailar, manejo mal la espada. Pero al final, todo lo tiene que resolver una chica”, confesó Hayek.
El Gato con Botas llegará a las pantallas españolas el próximo 25 de noviembre.
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