Estas han sido unas navidades muy especiales para el actor Dennis Quaid y su familia. Sus mellizos tienen ya tres años y ya comienzan a desear la llegada de Santa Claus y a disfrutar del ambiente festivo que reina en las calles y en su propio hogar. El actor así lo relató en el programa de televisión de Ellen Degeneres en el que, además de hablar de su próximo trabajo, el remake de Footloose, mostró unas bellas fotografías de sus niños. Durante su intervención sacó su lado más divertido participando de las bromas de la presentadora: le “dictó” un monólogo inicial lleno de golpes de humor y mantuvo la sonrisa ante un montaje fotográfico sorpresa con su cara y un cuerpo esculpido en el gimnasio.
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Pero las instantáneas que más atención acapararon fueron sin duda las de Thomas y Zoe, en las que se les ve sentados en las rodillas de Santa Claus como manda la tradición y enseñando un cartel que pone “te quiero”. Tanto el niño como la niña tienen el pelo rubio y han heredado la sonrisa de su padre, una de las caras más conocidas de la gran pantalla. Atrás han quedado los difíciles momentos que vivieron Dennis y su mujer, Kimberly, tras su nacimiento, ya que en el hospital casi pierden la vida tras recibir una sobredosis de anticoagulante (un hecho por el que la pareja denunció al centro por negligencia, caso por el que recibieron más de medio millón de euros de indemnización).
La pareja que se casó en julio de 2004, ante la imposibilidad de tener hijos propios, tuvieron que recurrir a un proceso de fertilización asistida mediante una madre de alquiler. Los niños nacieron en noviembre de 2007, cumpliendo su deseo de formar una familia tal y como dijeron en un comunicado entonces: "Dios, definitivamente, nos ha bendecido”. Quaid ya es padre de Jack, de 18 años, nacido de su relación con la también actriz Meg Ryan.
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