Russell Crowe se declara culpable de agresión

Por hola.com

Russell Crowe no acepta un no por respuesta. Y ha aprendido de los métodos contundentes que libremente interpretó en Gladiator, pero las luchas del Coliseum nada tienen que ver con las diplomáticas batallas de la Gran Manzana. No pareció entenderlo el actor neocelandés, cuando se dejó llevar por un ataque de nervios y agredió, con su móvil, al conserje del hotel donde se hospedaba. Ocurrió el pasado mes de junio. Y la víctima tiene nombre, Nestor Estrada, quien asegura que el actor, al no poder comunicar con su esposa, Danielle Spencer, se dejó llevar por la ira y le lanzó, con gran puntería, el móvil. Se le acusó del delito de agresión sin agravantes. Ahora que ha reconocido su culpabilidad -él mismo aseguró que "sobrereaccionó"- la pena será reducida.

Un ataque de nervios con graves consecuencias
Ha sido una mujer, la jueza Kathryn Feedy quien ha impuesto la pena final al actor (que acudió a la Corte Penal de Manhattan con rostro compungido y acompañado por su esposa). La jueza ha dictado sentencia: el actor deberá pagar una multa de ciento sesenta dólares y le ha concedido la libertad condicional sin fianza. Así que Russell Crowe ha de andarse con ojo, y templar sus nervios, en el próximo año, porque otro delito de este tipo podría costarle, al menos, un año de cárcel.

Un acuerdo nunca revelado
En el mes de agosto, el abogado de Russell Crowe y el de Néstor Estrada, el agredido por "un arma criminal" de última generación (un móvil lanzado con fuerza), llegaron a un acuerdo, lógicamente económico. Es mucho lo que se ha especulado sobre qué cantidad ha tenido que pagar el actor al conserje. Hay medios que se aventuran y aseguran que la cantidad se acerca a 100.000 dólares. Otros, allá por el mes de agosto, hablaban de que Néstor Estrada podría haberse embolsado la jugosa cantidad de nueve millones de euros. Independientemente de este baile de cifras, que a algunos puede marear por la cantidad de ceros, lo cierto es que Russell Crowe, circunspecto y en tonos neutros, entonó el "mea culpa", en un juicio seguido con gran expectación.