Penélope Cruz sigue rodando en Marruecos. Concretamente, en las afueras de Marrakech, la ciudad imperial, donde se aloja y donde estuvo también su padre, Eduardo Cruz, que la pasada semana, y acompañado por Carmen, su novia, la fue a ver, como hemos dicho en nuestro precedente número. Una visita que nada tuvo que ver con la ruptura de la actriz y Tom Cruise. En este sentido, el propio Eduardo Cruz ha sido muy claro hablando con personas bastante allegadas a él: «Ni consolar ni no consolar. Todo eso es una tontería y son inventos. Mi hija está muy bien, y es que yo tengo por costumbre ir a verla unos días a los rodajes siempre que puedo. Muy pocos me he perdido».
Uno de los días, el padre de la actriz tuvo la oportunidad de conocer al «paternaire» de Penélope en «Sahara»; es decir, al actor norteamericano Matthew McConaughey, con quien algunos medios de comunicación quisieron relacionar a la actriz, incluso sugiriendo que la ruptura con Tom Cruise estaría motivada porque Penélope habría iniciado un romance con Matthew. Nada más lejos de la realidad, tal y como la propia Penélope explicó: «Eso es absolutamente falso». La actriz se encontraba conversando con su padre y con Carmen, la novia de éste, cuando apareció Matthew, que saludó a Penélope con el rutinario beso en la mejilla, que es un simple formulismo como compañeros de rodaje que son. Fue entonces cuando Penélope le presentó a su padre.
Una tarde por la Medina Uno de los días en que se rodó muy de mañana, finalizando, en consecuencia, el trabajo hacia el mediodía, Penélope quiso dar un paseo por Marrakech, concretamente por la zona de la Medina, y después realizar por los mercadillos algunas compras con su padre (esto último no pudieron apenas hacerlo, dado que se vieron rodeados y seguidos por algunos fotógrafos, que, a fin de cuentas, no les facilitaban precisamente el pasear o el comprar de una forma completamente desinhibida y tranquila).
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