La gala de los Goya paso a paso

Por hola.com

Escenario blanco, inmaculado, con una iluminación ligera, sin estridencias. Cayetana Guillén Cuervo y Diego Luna aparecieron en escena. Ella casi de princesa, de medio novia del cine español, con un traje blanco de grandes tules. Él, gracioso y tierno, acompañó a la actriz en la difícil tarea de presentar una gala que se prometía complicada por razones extracinematográficas. El documental de Julio Médem La pelota vasca, la piel sobre la piel había suscitado gran polémica y las horas previas al inicio de la gala se vivieron con gran tensión. Pero el espectáculo debe continuar como reza la consigna de los hombres y mujeres del cine, del teatro, de la música y la gala buscó en la sencillez la búsqueda de entendimiento.

Las mujeres, las principales protagonistas
La noche iba a deparar alguna que otra sorpresa. No muchas porque todas las miradas estaban dirigidas a la excelente película de Icíar Bollaín, Te doy mis ojos. Y así fue. Poco a poco, pero con precisión matemática, la sincera película de la cineasta sobre los malos tratos fue logrando Goya a Goya hasta lograr la más que destacable cifra de siete. Y, lo que es más importante, el equipo que puso en pie esta dura historia se llevaron los más importantes: Mejor Película, Mejor Dirección, Mejor Guión Original, Mejor Actriz y Mejor Actor. Y, por si supiera a poco este reconocimiento por parte de la Academia, Mejor Actriz de Reparto y Mejor Sonido.

Otras mujeres experimentaron el desconcierto de oír su nombre y subir al estrado (fueron anoche muchos los que aseguraron no esperárselo y no tener preparada palabra alguna). Entre ellas, una divertida y tierna Isabel Coixet que avanzó duditativa hacia el micrófono para balbucear gracias ante su Goya por Mejor Guión Adaptado. Ángeles González-Sinde fue otra de las afortunadas y nada menos por un Goya que asegura futuro prometedor, el de Mejor Directora Novel.

Una de 'Mortadelo y Filemón'
La primera hora y media de la gala se vivió con lógica emoción, pero sin el cosquilleo y las dudas que suscitó la última hora, aquella en la que los grandes premios se revelaban.