Echando la vista atrás, fue durante los 60 cuando el estilo que se lleva ahora pisaba fuerte tras unos años en los que los diseños finos y arqueados eran la norma: "Volvieron las cejas gruesas al estilo Audry Hepburn. Se caracterizaban por estar cuidadas, con una forma clara y bien definidas. Se ayudaban con un lápiz delineador de cejas para perfilarlas. Otro referente de esta tendencia era la gran Sophia Loren", explican desde la empresa especializada Wiñk.
Hoy en día, además de los productos para arreglarlas desde casa, los expertos de Wiñk añaden que "se utilizan técnicas innovadoras de depilación o tratamientos como la micropigmentación, laminado de cejas, etc". De la última, revelan que mantiene un diseño perfecto y sin retoques hasta seis semanas, además, no es invasivo con la piel y logra un acabado con más densidad al peinar y alisar cada vello rebelde en la dirección correcta.
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