Un cabello sano y bonito tiene que estar necesariamente bien cuidado. Es difícil presumir de melena si ésta no se mima. Por este motivo, las firmas capilares se esmeran en lanzar al mercado nuevos productos (como los que aparecen más abajo) para cubrir todas las necesidades de nuestro pelo, en forma de champús específicos para cada problema, acondicionadores o tratamientos intensivos que vienen a echar una mano a los cabellos más dañados.
Así, hay que tener en cuenta una serie de costumbres, como lavar el cabello regularmente con un champú de buena calidad y acondicionarlo cada vez que se lava; evitar el uso de procesos químicos sobre el cabello (permanentes, alisadores...) y una exposición excesiva al sol, acudir regularmente a la peluquería, cortando las puntas cada seis semanas para intentar evitar que éstas se abran; utilizar el secador a temperatura media y aplicarlo a una distancia considerable del pelo; y, en el caso de un cabello dañado, recurrir a mascarillas intensivas que aportan a nuestro cabello una hidratación y un cuidado extra y logran que el pelo mantenga el grado de humedad correcto.
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