Completar el look glamouroso y sofisticado propio de las fiestas con un peinado a la medida no siempre es fácil, aunque existe una solución cien por cien segura: los recogidos, que transmiten una imagen cuidada e impecable. Descubrir los más favorecedores para cada tipo de rostro es sencillo si se tienen en cuenta algunas reglas y trucos.
Cuando una mujer tiene la suerte de contar con una buena estructura ósea puede potenciarla con coletas y moños muy tirantes, que lleven el pelo hacia lo alto de la cabeza y revelen la forma del cráneo y del rostro, especialmente si tiene unos pómulos altos y/o un cuello largo y estilizado.
Al ser un tipo de recogido muy estricto, casi implacable, se recomienda para mujeres jóvenes, ya que con el paso de los años, puede resultar demasiado severo, casi de institutriz decimonónica. Jugar con las puntas (rizándolas o disparándolas) puede darle un aire más festivo que la sencilla cola de caballo.
Este peinado deja las facciones totalmente al descubierto, por lo que se recomienda para personalidades, seguras de sí mismas, que no tengan miedo a mostrarse tal y como son, ya que así retirado, el cabello no actúa como escudo frente a los demás.
En general, los peinados que llevan el pelo hacia el centro de la parte posterior del cráneo sólo favorecen a las mujeres de rasgos muy regulares, que en realidad se pueden permitir cualquier estilo capilar.
Para evitar que el conjunto resulte demasiado triste, conviene alegrar la zona del recogido con pasadores divertidos, coleteros de colores, jugando con las puntas o incluso con postizos que den volumen al moño.
Uno de los problemas de este tipo de recogido es que tienden a caer con el paso de las horas, ya que incluso con la ayuda de gran cantidad de horquillas cuesta mantenerlo en su sitio.
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