Texturas irisadas y nacaradas. Tonos pasteles: rosa, malva, azul mezclados con los tierras: beige, vainilla, naranja y, a su vez, interpretados en múltiples degradaciones para combinarse perfectamente buscando la luminosidad total del rostro. La primavera 2001 se presenta efervescente y llena de color, alejándose de la tendencia minimalista y monocorde de épocas pasadas.
Por fin ha llegado el momento de la diversión, porque maquillarse con esta nueva paleta se convierte en un acto de alegre optimismo: rosa chicle en los labios, violeta perlado en los párpados, naranja para las mejillas...
Las caras se marcan con los colores más inverosímiles pero, debido a las constantes innovaciones, las texturas de los distintos productos de maquillaje se funden con la piel y pueden pasar tan desapercibidas como se desee. Si, por el contrario, se quieren acentuar, basta con añadir un poco más de producto en los ojos, la boca, etcétera. Es un maquillaje/color a la carta que se adapta a todo tipo de personalidades, horarios y situaciones.