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Todas nos hemos sentido hinchadas en alguna ocasión o hemos sentido la necesidad de dar un respiro a nuestro cuerpo tras una temporada de malos hábitos. Es entonces cuando nos planteamos seguir una dieta detox pero, ¿es de verdad efectivo hacerlo? Lo cierto es que, como indica el dietista-nutricionista y responsable de la Unidad de Medicina Metabólica del Instituto Médico Ricart, Salvador Ferrando, sí hay alimentos que intoxican nuestro cuerpo. Si quieres saber cuáles son, sigue leyendo.
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¿Hay alimentos que “intoxican” nuestro cuerpo?
“Cualquier alimento en exceso puede ser tóxico, incluso el agua”, dice Salvador Ferrando en primera instancia. En contraposición nos confirma que “mientras no nos excedamos, ningún alimento debe ser tóxico” y asegura que "muchas veces el problema no está en el alimento, sino en algunos compuestos que pueden acompañar a los mismos y que pueden aumentar su toxicidad”. Un ejemplo que nos pone son los metales pesados en pescados de tamaño grande, como puede ser el atún, el pez espada o el mero, que son pescados que pueden acumular mercurio y producir toxicidad si los consumimos de forma habitual.
En términos de toxicidad, habla asimismo de algunos alimentos envasados o calentados en plástico: al estar en contacto con este plástico pueden transferirse hacia el alimento algunos disruptores endocrinos como pueden ser las siliconas. “Son tóxicos que producen cambios en nuestro sistema hormonal y nuestra piel y, a largo plazo, esto puede afectar a la actividad del hígado y riñones”, sostiene. Ahora bien, ¿si consumimos estos alimentos, deberíamos detoxificarnos?
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¿Necesita el organismo ayuda externa para detoxificarse?
Ferrando nos explica que “nuestro organismo tiene muchos mecanismos naturales de detoxificación”. Como ejemplos cita el hígado y los riñones. “La piel también es un gran detoxificante porque a través de la sudoración eliminamos sobre todo tóxicos medioambientales que se pueden adherir a la piel”, confirma el experto.
En general, según nos dice, “si nuestra dieta es variada y equilibrada y hacemos deporte, el organismo no debe requerir ayudas externas para detoxificarse”. Está de acuerdo con esta recomendación Natalia Quintero, nutricionista de Nutrilite, quien, sin embargo, considera que sí hay un punto en el que podemos darle al organismo un pequeño empujoncito: "actualmente, bajo mi punto de vista, con la cantidad de químicos, contaminantes y estrés que nos rodea, es fácil que el hígado esté al límite. En estos casos podríamos tener que recurrir a una dieta específica o a la suplementación". De cualquier manera siempre tiene que ser un especialista el que nos lo paute y, generalmente, solo una analítica puede determinar si necesitamos estos remedios o son solo capricho.
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Salvador nos confirma que las conocidas como “dietas de limpieza hepática” no existen como tales. Reconoce que, tras unos días de excesos en los que no hemos cuidado nuestra alimentación como debiéramos “sí podemos consumir alimentos que favorecen las vías de detoxificación hepática”. Véanse por ejemplo todos aquellos con propiedades diuréticas como los espárragos, las alcachofas o la piña, por ejemplo. Además nos dice que “el ejercicio físico es muy beneficioso para mejorar la limpieza hepática”. Asegura que “también podemos consumir infusiones o suplementos específicos”, pero recuerda que “es muy importante evitar procesados, cargas glucémicas altas y alimentos envasados en plásticos”.
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