Comer chocolate provoca granos: ¿mito o realidad?

Existen determinados mitos cosméticos sobre belleza que no siempre son ciertos. Te desvelamos siete de ellos.

Por hola.com

En muchas ocasiones, se transmiten por medio del boca a boca y se quedan más que acomodados en nuestro pensamiento, tomándolos por verdades absolutas. Hablamos de los mitos sobre cosmética, algunos conceptos que no siempre son fiables y que se convierten en errores que pueden afectar, y mucho, a nuestra piel. Le desvelamos siete de ellos.

  • Comer chocolate provoca granos
    Pese a la mala fama que se ha ganado esta dulce tentación, diversos estudios demuestran que la dieta no tiene relación con las impurezas de la piel. Es decir, que el chocolate no es causante de granos, al igual que tampoco lo son determinados embutidos. El problema se encuentra en la grasa que se produce en la piel, algo relacionado con las hormonas, no con los alimentos ingeridos. Lo que sí es cierto es que muchas mujeres sienten la tentación de comer dulces o grasas durante el periodo premenstrual, lo que suele coincidir con alteraciones hormonales que suelen provocar granitos. En resumen, el chocolate puede ser más perjudicial para tus kilitos de más que para tus granitos.
  • Tu piel no estará lo suficientemente cuidada si no usas crema hidratante
    Tal vez haya oído esto en numerosas ocasiones. Pues no es cierto: hay pieles que son capaces de mantenerse hidratadas perfectamente por sí solas, especialmente si los climas son húmedos. La forma más sencilla de decidir si es necesario el uso o no de una crema hidratante es observar con detenimiento las reacciones de su piel: prueba a no usar crema por la noche y comprueba cómo se despierta ésta por la mañana. Si está tersa y suave, puedes prescindir de la hidratante, todo lo contrario que si se muestra tirante y seca. Sólo tienes que escuchar a tu piel.
  • Fieles a una misma marca
    Tal vez pienses que debes guardar fidelidad a tu marca de cosméticos y, por ello, lo más conveniente sea utilizar todos los productos de la misma casa. Pues en este caso, la fidelidad no tiene por qué ser eterna, pues no pasa absolutamente nada por mezclar y combinar productos de diferentes líneas en función de sus gustos y presupuestos.
  • El vapor, uno de los mejores aliados del cutis
    Un nuevo falso mito. El calor que desprende el agua caliente ayuda a abrir los poros, lo que ayuda a que se eliminen las impurezas y el sebo que se acumulan en ellos, pero a la vez se produce una reacción de irritación en la piel. Por ello, sobre todo en los cutis más sensibles y delicados, no es conveniente usar baños de vapor, pues se pueden agravar sus problemas.
  • No siempre hay que limpiar la piel
    A lo largo del día, la polución va haciendo mella en nuestra piel, depositando polvo, impurezas y, en definitiva, suciedad, por lo que la limpieza es fundamental a la hora de llegar a casa incluso cuando no nos hemos maquillado.
  • Las personas delgadas no tienen celulitis
    En contra de lo que se cree, la celulitis no está unida a la obesidad, aunque a menudo sean compañeras, ya que se puede observar incluso en mujeres muy delgadas. Este fenómeno está unido a factores hormonales, genéticos y de estilo de vida, más que al exceso de peso, que es, eso sí, un agravante.

  • La piel cambia de comportamiento Es verdadero. E incluso se muestra diferente y varía de día a día. Por ejemplo, en los días previos a la menstruación suele mostrarse más grasa, al igual que en los periodos de estrés. Los viajes también le afectan: se ve más tersa y jugosa en climas húmedos, pero está más tirante e irritable en zonas secas. No dudes en ir cambiando su rutina de belleza al ritmo de las diversas necesidades de tu piel.