Son uno de los grandes caballos de batalla para muchas mujeres. Y es que, en contra de lo que se piensa, las estrías no sólo se producen durante el embarazo o al ganar mucho peso: como saben muchas mujeres (y algunos hombres) a menudo aparecen sin que intervenga ninguno de estos dos factores.
Las causas Las estrías aparecen cuando la dermis se ve sometida a una variación repentina de volumen corporal. Eso puede pasar, por ejemplo, durante la adolescencia, cuando el cuerpo crece más. No sólo eso: se ha comprobado que en la aparición de las estrías intervienen también factores hormonales que nada tienen que ver con el aumento de volumen y que desencadenan esa ruptura cutánea que es la estría. Porque eso, nada más y nada menos, es la estría: la marca que queda cuando se rompen las fibras elásticas del tejido conjuntivo que da soporte a la piel. Al principio, cuando son recientes, se ven violáceas y rojas, y a medida que van cicatrizando, se quedan con su característico color blanco.
Zonas de aparición ¿Dónde son más visibles estas marcas? Generalmente, donde más se extiende la piel, es decir, en muslos, caderas, abdomen, nalgas y pecho, pero también pueden aparecer en la parte superior de los brazos, las rodillas y las piernas, aunque suelen ser de menor tamaño.
¿Qué tipos hay? Los expertos de la casa cosmética Montibello nos explican cuáles son los tipos de estrías:
Estrías de distensión. Provocadas por pérdidas de peso bruscas. Al perder o ganar peso rápidamente se reduce el tejido elástico, dérmico y epidérmico. La piel pierde la melanina y eso se refleja en la aparición de esas marcas blancas.
Estrías de pubertad. Causadas por los cambios hormonales de esta etapa, más frecuentes en mujeres que en hombres y con predominancia en nalgas y pecho.
Estrías de gravidez. Aparecen durante el embarazo, principalmente a partir del sexto mes. Suelen localizarse en las zonas donde la piel se tensa más: vientre, senos, caderas, nalgas y muslos.
Estrías atróficas. Características de los deportistas como consecuencia de movimientos forzados e intensos que causan el estiramiento y rotura de las fibras. Debido al entrenamiento frecuente, las piernas y brazos ganan mucha masa muscular, pero cuando dejan de entrenar ésta se pierde y aparecen las estrías. Por eso no es conveniente aumentar mucho la masa muscular ni dejar de entrenar repentinamente. (Sigue en página 2).
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