Mimar el contorno de los ojos

Todos los secretos para cuidar esta zona especialmente sensible del rostro

Por hola.com

"Los ojos son la parte de nuestra cara que mejor transmiten nuestras emociones sentimientos, estado de ánimo y, cómo no, el paso del tiempo. Por ello, las mujeres saben que el envejecimiento de la zona del contorno de ojos afecta por completo a la belleza de todo el rostro y, en general, a la imagen de sí mismas". Así explica Felicidad Carrera, directora de su centro de estética y asesora de la firma Olay, la importancia que la mujeres otorgan a sus ojos.

Cada gesto que realicemos, además del efecto de las agresiones medioambientales y el ritmo de vida actual, hace mella en ellos y hace que se acentúen las arrugas de expresión, las bolsas y la flacidez de esta zona tan sensible. Y es que ¿sabe cuántas veces al día pestañeamos? Según las investigaciones, 17.000 veces al día. Y a esta cifra hay que unir los movimientos que realizamos para sonreír, llorar... En resumen: al menos unas 85.000 contracciones diarias de los músculos del área del ojo. No hay que olvidar que es la más fina y sensible del rostro.

Por este motivo, según Felicidad Carrera es conveniente usar productos especialmente formulados, para prevenir rojeces e irritaciones, testados oftalmológicamente para evitar lesiones oculares. Y, al aplicarlos, no es conveniente frotar enérgicamente la zona, pues en su lugar, pueden aparecer flacidez y bolsas.

Pero, una de las dudas de muchas mujeres es cuándo comenzar a aplicar estos productos.
En opinión de esta experta, deben aplicarse desde los 20 años de forma preventiva, para evitar arrugas, bolsas y ojeras. De hecho, las ojeras comienzan con una coloración violeta: ése es el momento idóneo para tratarlas con más éxito. Deben aplicarse al menos dos veces al día, por la mañana y por la noche sobre la piel previamente limpia y tonificada con un producto de limpieza facial apropiado. Y un pequeño truco: estos productos son excelentes también para el cuidado de la piel del contorno de los labios. Cuando de arrugas se trata, más vale prevenir que curar.