El siglo XX ha supuesto el gran desarrollo de las ciudades. Los núcleos urbanos han crecido de una forma sin precedentes y nos han traído las ventajas de las grandes urbes, pero también sus problemas. Y algunos de ellos afectan directamente a nuestra piel, pues ésta sufre las consecuencias de la polución, la suciedad, el humo de los coches... que, sumadas a los efectos de la radiación solar, forman un cóctel muy negativo para el cutis.
Así, en la ciudad, la piel tiende a mostrarse menos luminosa y más cansada, apagada... Las casas cosméticas no han tardado en ponerse manos a la obra y han lanzado diferentes líneas para intentar combatir sus efectos, con fórmulas especialmente destinadas a este fin. Tal vez el primer enemigo sean los radicales libres, que favorecen el envejecimiento prematuro y otros problemas cutáneos.
Teniendo en cuenta que cada tipo de piel requiere unos cuidados muy específicos y que no es lo mismo una ciudad del norte que una del sur (en las del sur, por ejemplo, las cremas deben aumentar el factor de protección solar, pues es éste el gran enemigo; y en las más contaminadas, la limpieza), las firmas lanzan cremas basadas en el poder de los antioxidantes, que son el principal medio para combatir los efectos de los radicales libres. Así, hay que mencionar la gama Urban Defense, de Urban Decay o City Block SPF15, de Clinique (que combina antioxidante con protector solar), o First Defense Advanced Anti-oxidant Lotion & Cream SPF 15 de Elizabeth Arden.
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