Es el alimento de moda. La soja ha llegado para quedarse, y cada vez son más las personas que disfrutan de sus bondades culinarias. Es uno de los grandes emblemas de Oriente, base de su dieta, y no es extraño que en una época en que lo oriental, paradigma de equilibrio y serenidad, está de moda, la soja haya encontrado su hueco.
Y no es extraño, pues dicen de ella que si nos perdiéramos en una isla desierta donde sólo hubiera soja, nos permitiría sobrevivir, ya que contiene los macronutrientes esenciales. Destaca su gran valor nutritivo y las propiedades de sus isoflavonas, un tipo de fitoestrógenos, que tienen múltiples efectos beneficiosos en la salud. Denominada Tatou o "legumbre suprema", en Oriente llevan usándola desde hace 4000 años no sólo como alimento sino también como medicina. La pasión por la soja está fuera de dudas y, como no podía ser de otra manera, también la cosmética se ha dejado seducir por ella pues, al margen de sus virtudes nutritivas, presenta unas propiedades excelentes desde el punto de vista dermatológico (nutritivas, protectoras, suavizantes, hidratanes y regeneradoras).
Así, en el mercado podemos encontrar productos con soja tanto en tratamiento facial como corporal. Por ejemplo, el Gel-Crema Soja+E, de Kinesia, formulado con harina de soja de origen natural y vitamina E o la gama de productos corporales de la línea de soja de The Body Shop, que incluye mantecas corporales, exfoliantes, aceites, etcétera.
Pero no sólo se emplea en productos para el cuerpo, sino también en líneas faciales, como la nueva gama Soya Unify de RoC, que con su Soja Total Activa regula la producción de melanina y consigue reducir las manchas, unificar el tono e iluminar la piel.
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