Las nalgas son una de las zonas que más preocupa a las mujeres, y en la que más se fijan los hombres. Bien por exceso, bien por defecto, son muy pocas las que se muestran orgullosas de esta parte de su anatomía.
Los glúteos pueden presentar problemas diversos como acumulación de grasa, escasa masa muscular, celulitis o falta de firmeza. Pero todos tienen solución, ya que existen múltiples medidas que mejoran el aspecto de esta zona y le devuelven el aspecto deseado.
Aunque no existen fórmulas mágicas, la combinación de dieta, tratamientos y, sobre todo, mucho ejercicio es la clave para lucir una retaguardia en forma.
Si se practican los movimientos adecuados con constancia, a partir de la cuarta semana de entrenamiento, se pueden ver los resultados en una musculatura más tonificada. Entre los ejercicios recomendados para fortalecer las nalgas se encuentran las tijeras, las sentadillas y las elevaciones laterales.
Si no se dispone de tiempo para realizar estos ejercicios con regularidad, se puede caminar a buen ritmo (apoyando bien el talón), subir escaleras o, simplemente, contraer los glúteos siempre que pueda.
También existen pequeños gestos de la vida diaria que ayudan a mejorar el aspecto de esta zona: