Para retrasar su aparición en la medida de lo posible, se pueden tomar varias precauciones:
Evite forzar la vista. Acuda al oftalmólogo una vez al año para revisiones periódicas.
Si trabaja mucho tiempo delante del ordenador, instale un filtro protector en la pantalla, reduzca el brillo al mínimo y cada hora, descanse la vista durante cinco minutos, alejando la mirada del monitor, parpadeando varias veces y, en caso de sequedad ocular, aplicando unas gotas de suero fisiológico.
Al ver la televisión, evite hacerlo en ambientes oscuros o cuando el reflejo de la luz (sea artificial o el de una ventana) incida sobre la pantalla.
El tabaco no sólo provoca flacidez debido a que la nicotina ataca las fibras de colágeno y elastina, sino que además, el humo desencadena un gesto de guiños y de ojos entornados que acaban provocando arrugas de expresión.
Use gafas de sol amplias y con filtros de calidad, preferentemente en los colores verde, marrón o gris. No sólo se protegerá de la radiación ultravioleta, sino que además evitará guiñar los ojos a causa de la luz.
Acostúmbrese a usar una crema hidratante específica para el contorno de los ojos cuanto antes, mucho antes de que aparezcan las primeras arruguitas. Opte por fórmulas en crema o geles muy ligeros, que aporten agua, pero sin dejar sensación grasa.
Las cremas del contorno de los ojos se aplican siempre mediante suaves golpecitos con la yema del dedo, sin arrastrar ni estirar el tejido. No hace falta extenderla por el párpado móvil superior, pues a menudo, un aporte de grasa en esa zona podría dar como resultado unos párpados hinchados.
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