Con mucho ojo: cómo prevenir las patas de gallo

Por hola.com

No es casualidad que las primeras arrugas aparezcan en el contorno de los ojos. Esas tempranas y tan poco bienvenidas patas de gallo son el fruto de una combinación natural de factores que, unidos, se traducen en la extrema fragilidad de esta piel.

Esta piel es tan fina como el papel de fumar, cuatro veces más frágil que la de las mejillas.

Por si fuera poco, carece prácticamente de glándulas sebáceas, lo que la hace especialmente seca, y tiene un mayor número de células de Langerhans (relacionadas con el sistema inmunológico y, por tanto, prestas a provocar una reacción en cadena ante el mínimo rastro de sustancia irritante) que el resto de la cara. Además, el sistema de drenaje linfático no es especialmente eficaz en la zona, y tiene una enorme vascularización. Es obvio que las precauciones deben extremarse en esta delicada zona de la cara.

En resumen: la piel del contorno de los ojos es la más delicada del cuerpo, ¡y con diferencia! Delata antes que ninguna otra el cansancio, el exceso de sol o el paso del tiempo, mostrando arrugas y flacidez a edades muy tempranas.