Cuidado con el sol de alta montaña

Por hola.com

Hace no mucho tiempo, las vacaciones de invierno eran un lujo reservado a unos pocos afortunados. Hoy en día, son cada vez más los que se escapan unos días en la época más fría, especialmente los aficionados a los deportes de nieve.

No cabe duda de que el ejercicio y el aire libre son buenos, pero… ¡cuidado! El sol de alta montaña puede ser traicionero y quemar la piel, incluso de forma más feroz que el de la playa. Según un estudio de la marca Piz Buin, especialista en protectores solares de alta montaña, una semana de esquí en la montaña equivale a tres semanas de playa en pleno verano. Piense que, a 3.000 metros de altura, la radiación ultravioleta B (responsable principal de las quemaduras) es 50 veces más potente que a nivel del mar.

Proteger la piel no es sólo cuestión de estética, sino también de salud: las quemaduras son uno de los factores más importantes en la aparición del melanoma, el más agresivo de los cánceres de piel. Y, como quizás muchos sepan de primera mano y por experiencia propia, descuidarse en la montaña es muy fácil.

¿La razón? La nieve aumenta la radiación solar. Tenga en cuenta que si la arena refleja un 12% de los rayos ultravioleta, porcentaje que sube al 15% en el agua, en la nieve llega ¡al 32%! Por si fuera poco, por cada 1.000 metros de altura los rayos aumentan su efecto dañino entre un 10% y un 15%.

La protección solar es absolutamente imprescindible en la alta montaña, donde no sólo sus rayos agreden la piel, sino donde además el viento frío y la falta de humedad colaboran en hacerla más frágil. Siempre que suba a una montaña, recuerde cubrirse a conciencia con un filtro solar que sea pantalla total, es decir, que tenga al menos un factor de protección 20 o superior.

Lo ideal es usar protectores solares específicos para alta montaña, como los que ofrecen las marcas Piz Buin, Lancaster o Isdin. Éstos se caracterizan por ser especialmente estables y contener además elementos ultrahidratantes que actúan como escudo frente al frío. Al finalizar la jornada al aire libre no olvide darle mimos extra a su piel. Descarte el uso de jabones o limpiadoras agresivas, y dele un respiro al cutis con un buen cuidado after sun que le ayude a rehidratarse.