Té para todos los gustos… y colores

La clasificación sobre tés que más se conoce es la hecha en base al grado de fermentación, es decir, al método de tratamiento de las hojas.

Por hola.com
  • El té negro, el más conocido en Occidente, se fermenta, proceso durante el que toma su característico color oscuro y su sabor. Sin embargo ese mismo proceso hace que se oxiden los ingredientes de la hoja del té, por lo que es el más pobre en sustancias antioxidantes.
  • El té verde se consigue bien dejando secar las hojas al aire (método chino) o calentándolas al vapor, como se hace en Japón. Al no oxidarse, mantiene intactas todas sus enormes propiedades antioxidantes.
  • El té Oolong, poco consumido en Occidente, es una variedad semifermentada que combina la fuerza del té negro con el amargor del té verde.
  • El té rojo o Pu Erh se ha convertido en uno de los "niños mimados" del mundo del té por sus increíbles propiedades depurativas y digestivas, y, especialmente, porque ayuda a perder peso, especialmente si se consume tras las comidas. No debe tomarse nunca en ayunas, puesto que podría arrastrar la flora intestinal.
  • El té blanco es el más rico en antioxidantes y, por tanto, un auténtico elixir de juventud. También es el más selecto y caro, ya que está compuesto por tan sólo las hojas y brotes de la cosecha de primavera. Se deja secar sobre ligerísimas telas de muselina de algodón, y contiene nada menos que tres veces más polifenoles que el té verde. Y esos son muchos polifenoles…