Parece claro que la aparición de personajes conocidos y de gran fama en los anuncios publicitarios ayuda a vender, y mucho. No por casualidad es una de las técnicas de marketing más utilizadas desde hace décadas en televisión. Así, las estrellas del deporte (especialmente, los futbolistas), de la música o del cine ponen su rostro a todo tipo de campañas: automóviles, productos alimenticios, telefonía, firmas de moda o, cómo no, todo aquello relacionado con el mundo de la belleza, desde las más exquisitas cremas hasta los productos más básicos de higiene diaria.
El último ejemplo en este sentido es el contrato supermillonario que acaba de firmar el actor norteamericano Ben Affleck quien, a cambio de una cifra nada despreciable (ni más ni menos que 1,8 millones de dólares) se convertirá en la nueva imagen de los desodorantes de la firma británica Lynx (Axe en otros países como España, EEUU, etc).
No obstante, no es la primera vez que Affleck se deja seducir por el mundo de la publicidad: en el año 2003, el protagonista de películas como Pearl Harbor o Daredevil fue el modelo elegido por la firma de cosméticos L´Oréal para su campaña de productos Elvive. Además, el famoso actor también protagonizó con anterioridad diversos anuncios para la cadena de hamburgueserías Burguer King.
Y es que debe resultar bastante complicado resistirse a los ‘encantos’ de la publicidad, especialmente cuando se está esperando un bebé y los gastos se incrementan notablemente. Tal y como se publicó en estas páginas, Ben Affleck y su esposa (la también actriz Jennifer Garner) serán papás por primera vez el próximo mes de noviembre. ¡Enhorabuena!
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