Los prestigiosos grandes almacenes Bloomingdales’s de Madison Avenue guardan entre sus lujosas y exclusivas tiendas una sorpresa para el deleite de aquellos que cuidan su belleza: el spa Estée Lauder.
Este gran salón de belleza de 300 metros cuadrados está ubicado en la primera planta del centro y se accede a él por una escalera privada desde la planta de perfumería de la firma.
Entre los servicios de este spa se encuentra la posibilidad de realizar maquillajes personalizados, y no faltan las tres cabinas de tratamiento corporal y seis de tratamiento facial. Cada una de ellas cuenta con un equipamiento puntero.
Destaca el tratamiento corporal autobronceador, y otra de las especialidades del centro es la amplia zona de pedicura, en la que se realizan 11 tratamientos distintos de manos y pies.
El spa acaba de estrenar un tratamiento facial y corporal exclusivo, anti jet lag, destinado a recuperarse de los problemas de deshidratación y de retención de líquidos en las piernas que se sufre en el avión. Rodeada de música relajante y aceites aromáticos, el cliente calza unas botas de presoterapia que ejercen una presión en la pierna, desde el tobillo hasta la ingle, siguiendo todo el recorrido linfático. En una hora, el cliente está listo y espléndido para recorrerse las calles de la Gran Manzana.
El tratamiento Full service está pensado para aquellas personas que quieren someterse a varios tratamientos para estar resplandecientes. ¡Un auténtico homenaje a la belleza! El spa los ofrece de varias horas o en diferentes sesiones, que combinan cuidados faciales, corporales, pedicura, manicura y maquillaje. Y para soportar las largas horas (¡que realmente son un lujo!) se ofrece un ligero almuerzo.
Y aún hay más, pues si alguien quiere recibir unas clases de maquillaje, puede aprender con la ayuda de las especialistas de Estée Lauder.
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