El otoño no solo afecta a tu pelo, que se cae más por el "efluvio telógeno estacional, o a tu piel, que puede sufrir un brote de acné. La vuelta a la rutina, al estrés y a una vida más sedentaria (tanto por las jornadas de oficina como porque hay menos horas de sol y apetece más estar en casa), empeora también la retención de líquidos. Ya sea en el abdomen o en las piernas, las mujeres tendemos a sufrir este problema que, además de incomodidad y dolor, puede degenerar en arañas vasculares, venitas marcadas o varices. Frenarlo para no llegar a esos daños y, sobre todo, para sentirnos mucho más ligeras en el día a día, pasa por incluir algunos hábitos clave en nuestra rutina, como nos han explicado los profesionales.
Por qué las mujeres retenemos más líquidos
Si bien es un problema que ellos también sufren, habitualmente somos las mujeres las que acudimos a las consulta de médicos y centros estéticos debido a la retención de líquidos, especialmente en las piernas. Según datos de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), el "síndrome de piernas cansadas" afecta a un 30% de la población adulta en general, pero es cinco veces más frecuente en mujeres, sobre todo a partir de los 50 años. A esa edad, la mitad de las mujeres dicen tener "piernas cansadas".
Como detalla Antonio Arjona, fisioterapeuta y responsable de formación de LPG, “las venas y los vasos linfáticos tienen unas válvulas que se encargan de bombear la sangre y la linfa, respectivamente, y cuándo estas fallan se produce un estancamiento de líquidos, de rodillas a tobillos". ¿Las razones? Genética, fluctuaciones hormonales... y malos hábitos. Y en este último factor es donde podemos contratacar.
Buenos hábitos drenantes
"La retención de líquidos no se manifiesta igual en todos los cuerpos porque depende de múltiples factores: el ritmo linfático, el nivel de actividad física, la alimentación, el ciclo hormonal y hasta el estrés. Cuando el sistema linfático se vuelve más lento o está bloqueado, el cuerpo empieza a acumular líquidos en las zonas donde hay menos drenaje natural", nos cuenta Fernanda da Silva, experta en belleza y creadora del famoso método drenante Royal Touch.
Fernanda nos explica por qué en ocasiones retenemos más en las piernas, pero otras los líquidos se quedan atrapados en la parte del abdomen: "En muchas mujeres, las piernas tienden a retener más por cuestiones circulatorias o por pasar mucho tiempo de pie o sentadas. En cambio, el abdomen suele inflamarse por causas digestivas, hormonales o por una respiración superficial que limita el movimiento natural de la linfa". Por esto, según sea tu problema, deberás priorizar unos buenos hábitos u otros.
Vida activa
El principal hábito para poner en movimiento nuestro sistema linfático es ponernos en movimiento a nosotras mismas. "Mantenerse activo físicamente es fundamental: caminar, nadar, hacer ejercicios de fuerza o incluso estiramientos diarios ayudan a activar la circulación y el sistema linfático", afirma Fernanda. Incluso cuando tenemos que estar mucho tiempo de pie o sentadas, podemos activarnos: "Es bueno hacer ejercicios con las piernas: ponerse de puntillas varias veces seguidas, caminar sobre los talones...", aconseja otra gran profesional de la belleza, la esteticista y empresaria Carmen Navarro.
Dieta drenante
El foco también debe estar en qué comemos: priorizar aquellos alimentos con propiedades détox y diuréticas, y reducir los que causan el efecto contrario. "No se trata de hacer dietas estrictas, sino de elegir alimentos que favorezcan el drenaje natural del cuerpo", apunta Fernanda da Silva. "Con pequeños ajustes en la dieta, se puede mejorar la circulación, reducir la inflamación y mantener el cuerpo más ligero y equilibrado", añade.
Fernanda recomienda "reducir la sal, los azúcares refinados y los alimentos ultraprocesados, ya que favorecen la inflamación y la acumulación de líquidos. También conviene moderar el consumo de alcohol y embutidos, que dificultan la función linfática". ¿Cuáles sí podemos (y debemos) consumir? "Se pueden potenciar alimentos que ayudan a eliminar líquidos y toxinas, como frutas ricas en agua (piña, sandía, pepino), verduras de hoja verde, infusiones naturales (té verde, diente de león) y proteínas magras que mantienen el tono muscular", enumera.
Beber suficiente agua
Otro punto fundamental en el que coinciden todos los expertos. "La hidratación constante también es clave; beber suficiente agua facilita la eliminación de toxinas y evita que el cuerpo retenga líquido por precaución. Otro factor importante es mejorar la postura y alternar posiciones, especialmente si pasamos mucho tiempo sentados o de pie", afirma Fernanda da Silva. ¿Cuánta agua es "suficiente"? Se suele aconsejar que 35 mililitros al día por kilogramo de peso. Es decir, si pesas 60 kilos, tendrás que beber 2,1 litros de agua a diario. Sin embargo, depende de otros factores: nivel de actividad física, clima...
Masajes antiinflamatorios
El hábito más efectivo, y quizá el más difícil de mantener en el tiempo, es darnos un masaje drenante una o dos veces por semana en un centro especializado. Así, poco a poco, iremos desinflamando nuestro cuerpo, aunque también existen protocolos potentes con efectos instantáneos. "Para que un masaje drenante realmente se perciba desde la primera sesión, no se trata solo de aplicar presión, sino de cómo se aplica", explica Fernanda da Silva. En su centro, Royal Touch, siguen un "método exclusivo que tiene una duración de una hora completa, durante la cual trabajamos cada milímetro del cuerpo con movimientos suaves pero firmes, rítmicos y estratégicamente dirigidos hacia los ganglios linfáticos".
"Esta combinación estimula la circulación, activa la linfa y favorece la eliminación de toxinas desde el primer instante", continúa, y también destaca que la personalización -de la fuerza y de los movimientos- de cada masaje es fundamental para obtener resultados visibles.
Además, propone combinar el masaje manual con cosmética lipolítica, herramientas especiales como la paleta linfática -"un instrumento originario de Brasil que nos permite trabajar con precisión las zonas más difíciles"- o incluso estiramientos "que activan la circulación, oxigenan los tejidos y estimulan el metabolismo". Todos estos elementos son los que ha incorporado en el nuevoWorkout Detox, un completo tratamiento que "puede lograr una reducción de 2 a 6 cm en una sola sesión, mientras favorece la quema de calorías y moldea la silueta", afirma. En casa podemos mantener el efecto aplicándonos a diario una crema o aceite drenante con movimientos circulares en el abdomen, siguiendo la dirección de las agujas del reloj, o ascendentes en el caso de las piernas.
Reducir el estrés
Cada vez se habla más de la (negativa) influencia que el estrés tiene en nuestro cuerpo. Entre sus efectos, se dice que empeora la retención de líquidos. Nos lo confirma Fernanda da Silva: "cuidar el estrés y dormir bien influye directamente en la inflamación y el equilibrio hormonal, dos elementos que afectan a la retención". Tener una vida más o menos tranquila, o al menos sentirte así, conseguirá que tu sistema linfático funcione correctamente, aparte de evitar otros problemas de belleza y salud que van desde la caída de cabello hasta erupciones en la piel, o incluso el envejecimiento prematuro de esta.
Por este mismo vínculo entre tranquilidad y belleza, los centros buscan, cada vez más, crear un entorno relajado, amable y hogareño, en vez de los espacios blancos y asépticos que estaban de moda hace unos años. Sentirte relajada mientras recibes un tratamiento incrementa los beneficios de este, y es el objetivo de nuevos spas como Callas, en Torel Palace Silbon, donde combinan su masaje drenante linfático y desintoxicante con los aromas de la mandarina y el aceite de ravintsara.
También es el objetivo de las experiencias creadas en Abadía Retuerta, cuyo Santuario Wellness & Spa busca ir más allá del cuerpo y ofrecer un relax completo. El objetivo es siempre ofrecer un bienestar global, mental y físico, porque, como hemos visto, aquello que te sucede por dentro se refleja en tu belleza exterior; un principio que deberíamos tener siempre presente.
Otros trucos de experta
Para completar esta guía anti-retención de líquidos, Carmen Navarro enumera con cinco consejos muy fáciles que deberíamos sumar a la dieta, el ejercicio, los tratamientos y la reducción del estrés:
- No cruzar las piernas e intentar hacer descansos para mantenerlas en alto por encima del corazón de vez en cuando, alrededor de 30 minutos 2-3 veces al día.
- No acercar las piernas a fuentes de calor como saunas o la calefacción.
- Evitar el uso de ropa ajustada y calcetines con goma estrecha. Es preferible utilizar prendas amplias y de tejidos naturales y transpirables como el algodón. Se puede mejorar la circulación y retrasar la aparición de varices si nos ponemos pantys, medias o calcetines de compresión media.
- Intentar utilizar calzado ancho y cómodo y evitar el uso de tacones de más de 4 cm.
- Intentar dormir con las piernas elevadas unos 10 o 20 cm.