A partir de los 40, las manos también merecen una atención especial porque son una de las partes del cuerpo que antes reflejan el paso del tiempo. Por eso, el esmalte puede convertirse en tu mejor aliado para rejuvenecerlas al instante. Eso sí, no todos los tonos favorecen igual, y las royals lo saben. Desde los nude luminosos hasta los rosas suaves o los burdeos más elegantes, sus elecciones demuestran que el color adecuado no solo embellece, sino que también aporta frescura, elegancia y juventud.
Si hay un color que desafía el paso del tiempo y las tendencias, ese es el rojo. Las manicuras rojas son un símbolo de elegancia y un color que se ha vuelto totalmente imprescindible para las que quieren llevar unas uñas perfectas con cualquier tipo de look. La princesa Victoria apuesta por las más vibrantes strawberry nails, demostrando lo bien que combinan con el rosa.
La esposa de Abdalá II de Jordania apuesta por unas uñas largas con forma cuadrada y esta versión tan elegante de efecto degradado glowy. Rania las luce en su versión más natural, con ese acabado luminoso y difuminado que sigue siendo un must temporada tras temporada.
La reina Máxima es conocida por romper los códigos royal y es habitual verla aportando un toque divertido y original a sus estilismos gracias al color que elige para sus uñas. Como buena amante de las últimas tendencias, sabe que la manicura cereza o Cherry está arrasando este otoño y ella ya lo ha lucido en numerosos actos oficiales.
La mujer del príncipe Alberto apostó por unas uñas negras brillantes, un tono sofisticado y con un punto rebelde que equilibra a la perfección la delicadeza de su vestido de encaje verde. Su manicura le dio un toque de fuerza y modernidad a su look apostando por el color negro que suele ser tan poco habitual en la realeza.
El salmón es uno de los colores por los que suele apostar la soberana danesa. A la reina Mary, que siempre sorprende con sus apuestas de manicura, le encanta probar diferentes estilos, colores y acabados, animándose incluso con el nail art. Es, sin duda, la Reina que más arriesga en este sentido.
Un glamuroso esmalte vino fue el elegido por la Princesa para darle un toque elegante y sofisticado a su look. Los tonos burdeos profundos, intensos y llenos de carácter, son los protagonistas absolutos de la temporada en todas sus versiones y vamos a verlos mucho en el mundo royal.
En sus últimas apariciones públicas, la mujer del príncipe Harry de Inglaterra ha lucido un melocotón satinado con el que ha acaparado todas las miradas. Meghan lleva las uñas en forma almendrada y mucho más largas de lo habitual, ya que hasta ahora siempre se decantaba por llevarlas pintadas de rosa, cuadradas y muy cortas.
Siempre fiel a su elegancia clásica, su manicura nacarada refleja a la perfección su estilo atemporal. Las uñas, con un delicado brillo perlado, aportan luz al conjunto, en armonía con su vestido blanco de inspiración griega. Este acabado discreto pero sofisticado es un acierto absoluto para completar un look tan refinado como el suyo.
Terminamos con las que, sin duda, menos arriesgan en lo que a manicuras se refiere. A la Princesa de Gales y a la reina Letizia les gusta llevar sus uñas totalmente desnudas y siempre apuestan por llevarlas al natural, a veces ni siquiera con una capa de brillo. Eso sí, el hecho de no llevar esmalte no significa que descuiden sus manos. De hecho, las dos siguen una buena rutina beauty para tenerlas perfectas, bien limadas e hidratadas.
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