Tenemos tendencia a pensar que solo es necesario seguir una rutina de cuidados diarios de la piel a partir de cierta edad en la que los signos del envejecimiento son más visibles, lo cual es un gran error ya que cuidar la piel es un imprescindible tanto para hombres como mujeres independientemente de la edad que se tenga. Cuanto antes comiences a adquirir determinados hábitos mejor lucirá tu piel el día de mañana, esto es así. La joven bailarina Maddie Ziegler puede presumir de tener un cutis fresco, natural y radiante fruto no solo de su corta edad (15 años) sino también de una rutina de belleza básica. Si como ella tú también quieres comenzar a cuidarte antes de los 20 años toma nota de los puntos imprescindibles a seguir en tus sesiones de belleza.
Piel radiante y perfecta antes de los 20
En esta edad lo que debemos hacer es, principalmente, un ejercicio de prevención. No se trata de que llenes tu neceser, puesto que no lo necesitas, de cremas anti arrugas sino de atender las necesidades reales que presenta tu cutis durante estos años. Además es fundamental que identifiques qué tipo de piel tienes (grasa, mixta, seca, sensible, normal…) para seleccionar los productos adecuados que te permitirán estar siempre perfecta.
La protección es un punto fundamental a seguir tengas la edad que tengas. Usar a diario crema con protección solar será el primer gesto que debes grabar a fuego en tu cabeza. Da igual si has comenzado, o no, a maquillarte, si hace sol o es invierno, aplica media hora antes de salir de casa una capa de crema con factor solar, así evitarás la aparición de manchas, el envejecimiento prematuro de la piel y ese tono apagado tan poco favorecedor.
Es en esta franja de edad cuando comenzamos a coquetear con los primeros cosméticos sin caer en la importancia que tiene seleccionar productos de calidad, no compartir brochas con tus amigas o no aplicar crema antes del maquillaje. Aunque a priori no repares en esto por la falta de experiencia es fundamental que prestes atención a todo tipo de detalles y, sobre todo, que tengas muy presente la importancia de la limpieza. Desmaquillarte día a día, incluidas esas ocasiones en las que llegas a las tantas de la mañana, es básico. Debes limpiar tu rostro dos veces al día, por la mañana, en la que bastará con agua y jabón neutro o un gel limpiador y por la noche al desmaquillarte, momento en el que podrás recurrir al agua micelar o la combinación de leche limpiadora y tónico.
Uno de los grandes problemas de la piel que sufrimos en la adolescencia es el acné, esa enfermedad inflamatoria de la piel provocada por un desajuste hormonal que puede afectar no solo al rostro, sino también a la espalda o el pecho. Lo primero que tienes que tener en cuenta es que quitarse los granos no es una buena idea ya que al tocarte estás contaminando de bacterias la piel de alrededor y la mayoría de ocasiones en lugar de acabar con ellos harás que empeoren o que te salgan más. Debes usar cremas específicas destinadas a este problema o recurrir a mascarillas caseras para tratarlos. La limpieza, antes mencionada, será fundamental para evitar que lo poros se obstruyan y den lugar a más granitos e impurezas. Si el problema persiste será conveniente acudir a un dermatólogo para que te ofrezca diferentes soluciones. Puedes acompañar también tu rutina de limpieza de una exfoliación semanal para retirar la piel muerta e impurezas.
Por último pero no menos importante está la hidratación. En este caso no será necesario buscar fórmulas específicas, sino que con aquellas cremas que sean libres de aceites y tengan propiedades nutritivas e hidratantes será suficiente para darle el brillo y frescura que tu piel necesita.
