La 'aventura' de correr descalzo

Por hola.com

Correr descalzo/a o barefoot está cogiendo cada vez más fuerza dentro del mundo del running. He leído muchos artículos y estudios al respecto y la valoración suele ser más que positiva, por eso he buscado un corredor descalzo que no tuviera ninguna relación con mundo deportivo, es decir, que fuera totalmente imparcial a la hora de darme las respuestas de la entrevista. Conocí a Fernando, un abogado que corre descalzo desde hace un par de años, y las respuestas fueron más que interesantes; aquí os dejo la entrevista.

¿Por qué empezaste?

Después de comentármelo un compañero de trabajo leí bastante al respecto y me pareció lógico que nuestros pies estén preparados para correr descalzo. Tal y como yo lo entiendo y lo percibo, al correr descalzo, el impacto en las articulaciones es meno. Imagino que nuestros cuerpos han evolucionado durante muchas generaciones para un movimiento concreto de correr descalzos y de repente, desde hace pocas generaciones, a ese movimiento le incluimos un zapato, una zapatilla, un alza, un elemento ortopédico. Quería probar si esto, sobre el papel tan lógico, era igual de beneficioso en la práctica.

¿Qué beneficios notas?

Desde un punto de vista físico, noto que me lesiono menos que mi cuerpo después de cada carrera queda menos “machacado” como si las articulaciones recibieran menor presión en cada carrera. Ya no hago fuerza con la planta del pie como un todo, ahora hago fuerza con cada parte de mi pie, noto como se contrae la musculatura hasta de cada dedo. Pienso que la carrera descalzo es una disciplina más completa a nivel muscular. A nivel mental, sin duda alguna, la libertad. Suena un poco hippie, pero es así. Corriendo descalzo notas cada centímetro cuadrado del terreno, tu contacto con el mundo es natural y tus sensaciones son increíbles.

¿Qué recomiendas a los principiantes?

Que cambien su concepto de la progresión. Cuando empiezas a correr descalzo el límite no lo pone el musculo ni el corazón, sino la piel de las plantas y las articulaciones ante la nueva biomecánica, y aunque te sientas fuerte para correr más, ve poco a poco y sobre todo viendo las reacciones que tiene tu cuerpo al día siguiente. Respecto a la técnica, si corrieras descalzo como corres con zapatillas te destrozarías los pies. Hay que aprender a “coger el suelo”. La propia carrera te corrige la técnica, los pasos se acortan y el pie se vuelve el protagonista de la carrera, al contrario de cuando vas calzado, que notas más los gemelos o los muslos, o incluso la rodilla o tobillos, que los propios pies.

Una buena manera de hacer la transición a correr descalzo es incluirlo en nuestro entreno poco a poco, sin dejar las zapatillas. Por ejemplo, el primer día al terminar de correr, hacer unos pasos (100 metros) descalzo. El segundo día, 200, y así ir ganando tiempo y distancia, pero sin olvidar que aquí la progresión es más lenta que las que hasta hecho hasta ahora con zapatillas.

¿Pinchazos, abrasiones, heridas o lesiones?

Es importante que busques una zona poco abrasiva y que veas donde pisas, sobre todo al principio, mientras se habitual el pie. Yo he tenido ambos pinchazos y abrasiones, pero nada grave; al contrario, siento mis pies más fuertes que nunca.

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