Han pasado cuatro años de uno de los momentos más complicados para Alec Baldwin. En 2021, el actor fue el autor del trágico accidente que acabaría con la vida de Haylna Hutchins: apretó el gatillo del arma sin saber que la herramienta estaba cargada. El desenlace de lo ocurrido durante el rodaje de Rust se dio en una secuencia interminable de juicios —los cuales probaron la inocencia del intérprete, y declarar culpable a la supervisora de armas del filme—. Sin embargo, el proceso legal y la presión mediática llevaron a Alec a una profunda crisis emocional que marcó su salud mental.
Es una de las primeras veces que el actor habla de lo que supuso para él lo ocurrido en el set de la polémica película. Lo ha hecho en el podcast del investigador Dave Manheim, donde ha asegurado que "no quiero recrearme en esto, solo quiero decir que ha sido muy doloroso para mi mujer y mi familia; mis hermanas y hermanos; mis compañeros".
El 21 de octubre de 2021 será recordado por Alec Baldwin como el principio de su pesadilla. Durante su conversación con Dave, el intérprete va más allá y desvela, visiblemente emocionado por el recuerdo, que el accidente supuso un impacto en todos los aspectos de su vida —personales, profesionales y, por supuesto, comenzó un duro proceso para su salud mental—.
"Ha roto todos los nervios de mi cuerpo, espiritualmente, económicamente, en el trabajo, en mi carrera, en mi mujer, mis hijos, mis amigos, mi salud. Lo que ha hecho con mi salud...", lamentaba el actor. "Si te contara cuáles han sido mis problemas de salud desde el 21 de octubre de 2021... me ha quitado diez años de vida. Al menos diez años de vida", explicaba.
Además, ha confesado que el gran impacto de lo ocurrido inundó no solo su día a día, sino también el de su familia. "Mis hijos me veían sentado en una esquina, sin poder moverme", explica el actor, recordando el sufrimiento que causaba su rutina, marcada por una mente atormentada por lo ocurrido, en su círculo más cercano.
"No puedo más"
Esta rutina, según explica el intérprete, se extendió durante aproximadamente un año. Doce meses en los que, tal y como recuerda, muchas veces no encontraba la motivación para seguid adelante. "Cuando llegas a ese punto en el que piensas 'no quiero despertarme otro día, me voy a ir'", comenzaba el actor, subrayando el respeto que le inspira este tema: "Hablar de esto me resulta realmente desagradable, porque hablar de suicidarse y suicidarse de verdad son cosas profundamente distintas".
"Creo que mucha gente, muchísima gente, piensa en suicidarse y en acabar con su vida, y muy pocos lo hacen", reflexiona Alec durante su conversación con el investigador, explicando que recuerda tumbarse en la cama y pensar "Dios, no puedo despertarme otro día y que todo siga igual. Es lo mismo cada día, y no puedo más".
Sin embargo, el apoyo incondicional de sus allegados y "la fe en Dios" supusieron sus dos pilares fundamentales para "ya sabes, no suicidarme mañana. Esperar un día más".
Una gran red de apoyo
Para Alec, lo más importante es su familia y, a sus 67 años puede presumir de una numerosa y unida formada por sus ocho hijos y su mujer, Hilaria. Ireland, la mayor, es fruto de su matrimonio anterior, con la también actriz Kim Basinger, y, tras un largo proceso de adaptación, se encuentra muy unida a sus hermanos. Hilaria y Alec, por su parte, comparten siete hijos: Carmen, Rafael, Leonardo, Romeo, Eduardo, María e Ilaria. Ellos han sido clave para la recuperación del intérprete durante la compleja evolución del caso Rust.









