Duro golpe para Joaquín Torres y su familia tras la muerte a los 89 años de una de las personas más importantes de su vida, con quien tuvo una relación complicada de tira y afloja a lo largo del tiempo, pero al que en definitiva quería mucho y al que cuidó hasta el último momento. "Acaba de fallecer mi padre. Descansa en paz, papá", anunciaba este fin de semana el prestigioso arquitecto a través de un mensaje publicado en sus redes sociales, una triste noticia que se suma a la dolorosa pérdida de su madre, Joaquina Vérez Vivanco, en marzo de 2024.
Este lunes, numerosos amigos del que ha sido también colaborador televisivo le arropaban en el tanatorio de Pozuelo de Alarcón (Madrid), donde se ha instalado la capilla ardiente de su progenitor para su posterior entierro en el cementerio. Todos ellos querían dar su último adiós a Juan Torres Piñón, el que fuera importante empresario y cofundador de la constructora ACS junto a Florentino Pérez. Precisamente, el presidente del Real Madrid llegaba hasta el lugar y lo primero que hacía era abrazarse con el hijo de su exsocio y mano derecha, demostrándole así su afecto en unos momentos tan complicados.
De la misma manera, Silvia Gómez-Cuétara ha estado presente en un velatorio marcado por el frío y los cielos grises a las afueras de la capital, dándole apoyo y calor a un afectado Joaquín Torres. La relación entre ellos viene de lejos, y tiene que ver con la exclusiva y lujosa urbanización madrileña de La Finca. Dicho enclave tuvo como creador a Luis García Cereceda, exmarido de la heredera del imperio alimenticio, mientras que el encargado de ejecutar dicho proyecto fue el popular arquitecto.
Este último, hoy, no ha podido por momentos evitar las lágrimas al ser consolado por los presentes, mientras lo veíamos acompañado por sus dos hijos, Manuel y Álvaro, nacidos durante sus once años de matrimonio con la pintora Mercedes Rodríguez Parrizas. Los dos jóvenes, como es lógico, también se mostraban compungidos tras la muerte de su abuelo paterno.
Raúl Prieto tampoco ha faltado en el último adiós al que era su suegro hasta hace poco tiempo, y hemos podido ver cómo se abrazaba y daba dos besos a su expareja. El director de programas de televisión estuvo con Joaquín Torres durante más de diez años, dos de ellos casados. Tras su boda celebrada en Sevilla en la primavera de 2023, su separación se conoció el pasado agosto, si bien llevaban ya un tiempo que no convivían bajo el mismo techo. "Ha sido un palo muy grande", confesaba el arquitecto por entonces. Ahora, el que ha sido responsable de formatos como Supervivientes, Sálvame o Viva la Vida demuestra que, pese a la ruptura, el cariño y el respeto prevalece.
Reconciliación padre-hijo tras años distanciados
Poseedor de una gran fortuna, Juan Torres Piñón fue también concejal de Obras del Ayuntamiento de Madrid y presidente de Metro en la capital, además de ser un destacado coleccionista. De hecho, formaba parte del patronatos de museos como el Reina Sofía, el Guggenheim de Bilbao, o la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. En los últimos tiempo, debido a una larga enfermedad, fue Joaquín quien estuvo pendiente de él para que no le faltara de nada. Sobre todo, después de que su madre le hubiera pedido como última voluntad que así lo hiciera, ya que la relación entre padre e hijo no era buena.
Tras esa reconciliación después de muchos años distanciados, el fundador del estudio de arquitectura A-Cero confesaba en una entrevista a Semana que "llega un momento en el que hay que perdonar". Eso sí, dejaba claro que el vacío emocional entre ellos era evidente y eso "no se puede rellenar". En cuanto al patrimonio que poseía su padre, contó en otra ocasión que "cuando mi padre vendió sus acciones de ACS en 1997 se quedó con una liquidez inmensa que prefiero no decir porque me parecen cantidades obscenas", decía en alusión velada a los 12.000 millones de las antiguas pesetas que recibió. En este sentido, explicaba en declaraciones a ABC que "su única obsesión era montar una empresa familiar para hacerse más rico que Florentino Pérez".
Conflicto familiar por la herencia
Respecto a la riqueza acumulada por los suyos, otro frente que se le abrió a Joaquín Torres tiene que ver con su hermano pequeño, Julio. En marzo de 2024, tras perder a su madre, acusaba a este último de haber robado a sus padres y de llevarlos a una situación económica límite. "Ella no tenía ni para comer y debía 1.000 euros en la carnicería", contaba en Y ahora Sonsoles. A partir de aquí, el arquitecto se unió a sus hermanos mayores, Mayte y Andrés, para emprender una batalla legal por lo que consideraban injusto.
Por si esto fuera poco, explicaba que Joaquina falleció sabiendo que su hijo Julio la había demandado. "¿Cómo se toma una madre que su hijo pida tres años de cárcel para ella?", se ha preguntaba. Además, reveló sus padres sentían vergüenza por lo que estaba ocurriendo y no querían contarlo a su entorno, una decisión que él siempre respetó y entendió. Al parecer, rodo se complicó cuando el arquitecto se ofreció para buscar un inversor para una propiedad que tenían en Córdoba. En ese instante intervino su hermano, diciendo que "todo es suyo y que no tienen nada" puesto que trabajó con su padre y este le hizo administrador único de todas sus empresas, llenándolas de deudas.
Comenzaba así una cruzada en los tribunales, donde Torres está dispuesto a pelear donde haga falta, tal y como le encomendó su progenitora. "Me pidió que llegara hasta el final, que recuperara su patrimonio entre sus hijos y que no permitiese que Julio se quedase con todo". Una situación nada agradable que se unía al bache de salud por el que atravesaba Joaquín en esos meses, cuando sufrió un accidente de moto en el que se fracturó la pelvis y el antebrazo, además de padecer una lesión pulmonar. "Me operaron y la cadera se me ha necrosado. Tengo muchísimo dolor corporal y vivir así te enloquece. Me siento roto", se lamentaba.


















